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#ZonaLibre | Carmen Aristegui y el veneno histórico

La mira del presidente ahora ha apuntado a una nueva rival, su nombre es bastante conocido. Una periodista aguerrida que ha sido incómoda para los gobiernos durante décadas: Carmen Aristegui.
mié 23 febrero 2022 11:59 PM
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Durante la conferencia de prensa matutina de este martes, el presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que la periodista Carmen Aristegui está en su contra.

El año 2022 arrancó con vientos huracanados en la esfera política. Específicamente en la cúspide, allá en Palacio Nacional. El presidente Andrés Manuel López Obrador tenía que explicar el incremento histórico de la inflación; una desmedida violencia en el centro y sur del país a causa del narcotráfico; “Ómicron”, la nueva variante del COVID-19.

Entre otros espinosos temas habría causado una caída de más de siete puntos en su popularidad, en comparación con diciembre del 2021.

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El cierre de enero no le vendría nada bien, el Ejecutivo federal pedía tranquilidad después de superar un segundo contagio de COVID-19 y someterse a un cateterismo, un procedimiento cardiaco, que lo impulsó a dejar por escrito un “testamento político” en caso de fallecer o enfermar de gravedad en el cargo.

Sobre este manifiesto, López Obrador decía: “Tengo desde hace algún tiempo un testamento y, ya siendo presidente, le agregué un texto que tiene, como lo dije en el video, el propósito de que en el caso de mi fallecimiento, se garantice la continuidad en el proceso de transformación, que las cosas se den sin sobresaltos y sin afectar el desarrollo del país”.

Entonces, todo empezó a nublarse entre la polarizada y rijosa situación política mexicana. La oposición tomó dicho “testamento” como una provocación seria para perpetuar su régimen y un legado -según sus detractores- comparado al de Hugo Chávez en Venezuela.

De pronto surgió un reportaje entre Latinus y Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) donde acusaban al hijo del mandatario, José Ramón López Beltrán y a su esposa Carolyn Adams, de poseer millonarios lujos, cuyos vínculos podrían caer en un presunto conflicto de interés y corrupción, un tema donde más le podría doler al mandatario morenista.

En dicha nota periodística se mostraban casas y automóviles de gran valor. Una de ellas vinculada a un empresario de la empresa Baker Hughes que ha tenido contratos con Petróleos Mexicanos (Pemex).

El que se enoja, pierde

El reportaje se convirtió en una bomba que pondría en crisis a la llamada 4T. En crisis porque luego de la viralización del caso, el presidente -inexplicablemente- se lanzó contra empresarios españoles pero, también, directamente contra el gobierno del país ibérico y decidió “poner en pausa” las relaciones bilaterales. Sí, con el segundo socio comercial más importante de nuestro país.

Esto generó un sin fin de críticas de carácter diplomático, a tal grado que el canciller de España se comunicaría con Marcelo Ebrard para exigirle una explicación por las palabras del presidente mexicano que prácticamente tachó a los españoles de neoconquistadores y hasta ladrones.

La extraña disputa entre países hermanos seguía siendo mencionada por el presidente; sin embargo, era más consumido el reportaje que había presentado Carlos Loret de Mola, que llegaba a millones de reproducciones.

Pocas veces habíamos visto a López Obrador tan molesto en una de sus características ruedas de prensa llamadas “las mañaneras”. Muchas veces ha llamado “fifís”, “chayoteros”, “vendidos”, entre otras descalificaciones, tanto a diversos medios de comunicación como a sus propietarios. Ahora, el ataque directo se dirigía al periodista Carlos Loret de Mola, exhibiendo la “fortuna” que había recibido en un año: 35.2 millones de pesos, por contratos en diversos medios de comunicación.

Un día después de la mencionada exposición, se desató un apoyo del gremio periodístico a Loret de Mola como no se había visto; no solo de sus amigos, también de miembros de medios de comunicación afines a AMLO, que se oponían al desagravio que había recibido el periodista frente a toda la nación.

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Para algunos, esta actitud rayó en la desesperación y pudo considerarse un ataque a la libertad de expresión, en un país donde en menos de dos meses han sido asesinados cinco periodistas y el colectivo Reporteros Sin Fronteras denunció la alarmante “cifra récord” que puede convertirse en el año más mortífero para miembros de la prensa en la historia.

Loret de Mola desataría un debate sobre el tema en Twitter Spaces titulado #TodosSomosLoret, que rebasó los 63,000 oyentes de manera simultánea, evento que se extendió por varias horas, con cientos de figuras públicas –de diversos gremios- que refrendaban su apoyo a Carlos y a los periodistas mexicanos en general.

No hay mañanera donde el presidente no deje de mencionar a Loret de Mola y a lo que denomina “ataque” de los conservadores a su primogénito y nuera.

Sin embargo, la mira del tabasqueño ahora ha apuntado a una nueva rival, su nombre es bastante conocido. Una periodista aguerrida que ha sido incómoda para los gobiernos durante décadas: Carmen Aristegui.

Un nuevo embate

Durante la mañanera del pasado 22 de febrero, López Obrador refutó a la periodista, asegurando que no es cierto que Carmen Aristegui no esté a favor ni en contra suya, como ella lo afirmó. “Está en mi contra”, sumándola a la lista negra de enemigos públicos y prácticamente lanzándole a sus seguidores encima: “Y no habría problema que estuviese en contra mía si yo no formara parte de un movimiento de millones de mexicanos que queremos llevar a cabo una transformación en el país. Ora sí que no es conmigo, es con un movimiento transformador, si ella no cree en eso, es otra cosa pero nosotros sí creemos en eso, luchamos por eso y defendemos esa causa (...) ella tiene un pensamiento y está sin duda alineada al bloque conservador”, sentenció.

Para Aristegui, las palabras del morenista son el reflejo de una intención latente de un “envenenamiento” público, histórico, que tiene que ver con desprestigiar a los periodistas con los millones de seguidores del presidente. Que busca generar encono contra el gremio. Situación que al parecer ha logrado.

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“Lo que está haciendo el presidente de la República con este tema, con su fuerza, con su poder, con su mandato, con los recursos de todos nosotros al final de cuentas y colocando un discurso confrontativo, un discurso que pretende y logra dividir, enconar. Este país no merece ser envenenado, ya de por sí tenemos mucho veneno histórico, un veneno que queda ahí con los muchísimos agravios que existen en este país de todo tipo” – Carmen Aristegui.

Las batallas que se buscan fomentar diariamente desde el Salón Tesorería de Palacio Nacional van en contra de nuevos enemigos que se elaboran prácticamente a diario. ¿Cómo detener estas llamas que se incrementan por todo el país? ¿Quién podría llamar al orden y la paz social? ¿Cuándo reaccionará el presidente y sus detractores para firmar el cese al fuego?

Porque finalmente los perjudicados no son los mencionados en la boca el presidente, ni tampoco los que anhelan su catástrofe, sino millones de mexicanas y mexicanos condenados a la miseria, el hambre y la violencia.

Aquí merecen ser replicadas las palabras de Carmen al sentenciar: “No se equivoque presidente, su mandato es clarísimo, su responsabilidad es enorme, ojalá esté a la altura de este desafío”.

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Nota del editor: Las opiniones de este artículo son responsabilidad única del autor.

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