No existe un programa social al que se le dediquen tantos miles de millones de pesos como a la Pensión para el bienestar de las personas adultas mayores. Un programa insignia cuando Andrés Manuel López Obrador fue jefe de Gobierno de la Ciudad de México mantiene ese estatus ahora que preside la República. La pregunta es si se trata de un gasto oneroso que sólo busca nutrir una base social de apoyo al gobierno federal o de una inversión necesaria: la conversión de un programa en derecho que puede ser presumido con orgullo por quienes se adscriben a la llamada Cuarta Transformación.
A los programas prioritarios de este gobierno, la Cámara de Diputados les aprobó para 2022 la cantidad de 554,932 millones de pesos. El de las personas adultas mayores es el programa de mayor alcance de los siete que conforman la política de atención social del gobierno federal. Le fueron asignados para este año 238,000 millones de pesos, que equivalen al 3.36% del gasto neto total.