Nichols dejó clara, en video, la preocupación del gobierno de EU con la contrarreforma de la CFE, y lo reafirmó con un twit en el mismo sentido. Todos en México especulamos si el embajador corregiría públicamente su gravísimo traspié.
Hubo un intento, desde Twitter, de corregir. O al menos muchos lo leyeron así. Pero el intento fue tan tímido que ni siquiera podría considerarse una rectificación, dejando peor el tema que si ya no hubiera declarado más. Lo hizo mal y tarde.
El embajador causó revuelo en Washington, sorprendiendo a todas las dependencias gubernamentales involucradas. Y por lo que se ha rumorado, le llamaron la atención de manera firme por declarar en sentido contrario de la postura plasmada por la secretaria Granholm.
La novedad más reciente en esta novela es el anuncio, por parte de la Casa Blanca, de que este miércoles vendrá a México John Kerry, quien es Enviado Especial de los EU para el clima desde 2021. Cargo de particular relevancia para la agenda climática del presidente Biden.
En el anuncio se especifica que viene a abordar tanto la crisis climática como el panorama de energías renovables y la posible colaboración binacional en la materia. Y se especifica que se reunirá con el propio presidente López Obrador.
Muchos leen en esta visita una rectificación del gobierno de EU ante la clara metida de pata del embajador. Para tratar de corregir, y de limpiar la pésima imagen que dejaron sus comentarios.
Sin embargo, el daño quedó hecho de manera profunda. El presidente López Obrador, experto comunicador, aprovechó de inmediato las declaraciones del embajador para presumir, en la Mañanera del día siguiente, el espaldarazo de EU a su iniciativa de contrarreforma.
En el ámbito comunicacional, AMLO ya ganó la partida, y será muy difícil para EUA arreglar este problema en términos de imagen pública. Para la base social del presidente, ya no habrá duda sobre el apoyo del vecino del norte a su Líder.