MAROMAS
Espectáculo con cuádruple grado de complicación argumental. Luego del fallo judicial que dejó al ex mago y ex saltimbanqui Emilio Lozoya al interior de la Carpa Norte para castigados, el elenco morenista salió a tratar de llevar público a su causa y a presumir que en la actual etapa del circo de las 4 Tandas sí se hace justicia: que si con este caso “se rompe el círculo vicioso de la impunidad”, que si el fallo “es un ejemplo de justicia para la nación”, que si ahora “decenas de políticos mexicanos no podrán dormir”... el caso es que esta decisión se toma luego de casi 16 meses en los que la Fiscalía del Mago Gertz dio protección a Lozoya y permitió que éste se ocultara de los reflectores, los cuales, paradójicamente, hicieron que cambiara su situación legal, pues para muchos este cambio en el proceso contra Lozoya se dio gracias a que fue captado dándose la gran vida en un restaurante de lujo. Habrá que esperar el desarrollo del proceso y la, consecuente, próxima maroma, pues en esa nueva etapa de rectitud estaría bueno que se aclarara la situación legal de la señora Gilda Austin –mamá de Lozoya–, quien se presentó en la audiencia cuando legalmente está bajo la figura de arraigo domiciliario; además, los defensores-abogados de Lozoya presumen que el acuerdo bajo el nombre de “criterio de oportunidad” tiene más vida y cuidado que un elefante en la India y que pronto conseguirán que su cliente pueda retornar a la libertad y cenar pato en las más diversas y exclusivas recetas.