FUNCIÓN DE SOPAPOS
“No es mi circo… no son mis monos”. Al parecer ese refrán popular hizo eco en la carpa morenista y, paradójicamente, el nuevo representante de Morena ante el INE, el diputado federal Mario Llergo le debe (indirectamente) su nombramiento al consejero Ciro Murayama. Resulta que esa posición clave, la de representante morenista ante la autoridad electoral, seguía teniendo una fuerte influencia de Horacio Duarte –hoy administrador general de aduanas–, reconocido conocedor del derecho electoral. Esa influencia quedó expresada cuando Sergio Gutiérrez Luna fue designado en 2019 como representante del partido de López Obrador ante el INE, pues en su trayectoria destaca haber sido legislador suplente de Duarte. Sin embargo, Gutiérrez Luna tenía como su relevo al poblano Eurípides Flores, quien destacó en varias sesiones del INE por su escaso conocimiento en materia electoral, tanto que al finalizar septiembre en plena sesión Murayama le pidió que hiciera bien sus cuentas antes de polemizar sobre una redistritación electoral: “¡Aprendamos a dividir! (…) Eurípides, no le pido que sea Pitágoras, le pido mínima congruencia y honestidad”. Fue tal el sopapo propinado que muchos pensaron que era momento de llamar a un perfil como Pablo Gómez, pero como el experredista no es miembro selecto del club del Domador de Palacio, los guindas optaron por poner a un subalterno de Adán Augusto López, el nuevo Mago de Gobernación, es decir, seleccionaron al diputado Mario Llergo, quien si bien destaca por haber sido representante de Morena en la junta local del INE en Tabasco, también cobró notoriedad por haber sido secretario del Bienestar en la administración tabasqueña.