La lista es larga
En 1991, Hank fue detenido cuando fue descubierto al intentar cruzar por la garita de San Diego, California, un tigre blanco siberiano que había extraído de su zoológico para llevarlo a su residencia en Coronado.
En 1996, fue detenido nuevamente, esta vez en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, por contrabando. Resulta que el junior de la familia Hank venía de un viaje internacional atiborrado el avión de objetos prohibidos: abrigos de pieles de animales en peligro de extinción, joyas, colmillos de marfil y otras decenas de productos ilícitos. Al final lo liberaron, informando oficialmente que toda la mercancía eran réplicas, baratijas, piratería, nada genuino. Otra vez, la impunidad.
La política, herencia de familia
Bueno, pues, con todos estos antecedentes tan oscuros, señalamientos de corrupción, impunidad y de crimen a su alrededor, en 2004 Jorge Hank, el hijo de “El Profesor Hank”, célebre figura del Grupo Atlacomulco en el Edomex, fue electo alcalde de Tijuana representado al PRI. Durante sus tres años de gobierno, la inseguridad se disparó en la ciudad, así como la interacción del Cártel de los Arellano y el Cártel de Sinaloa.
Así que, en 2009 el servicio de migración de los Estados Unidos, le retiró la visa de turista. Por cierto que el oficial que canceló la visa le dijo que había demasiadas sospechas sobre su persona. Hasta la fecha, Jorge Hank no ha logrado recuperar la visa de turista.
Armado hasta los dientes
En 2011, elementos del Ejército Mexicano que entraron a su residencia luego de una denuncia anónima, localizaron e incautaron 89 armas y miles de cartuchos. De aquellas armas, dos salieron positivas en las pruebas de balística, señaladas como utilizadas en dos asesinatos. Uno en Sonora y otro en Tijuana.
A la par, un testigo protegido, Carlos Fernando Vázquez Figueroa, señaló a Hank como partícipe intelectual en el asesinato de seis personas, homicidios ocurridos entre 2006 y 2010, incluido el de su nuera, Angélica María Muñoz Cervantes, quien fue asesinada a disparos cuando cuidaba de sus dos hijos, uno de ellos, nieto de Hank.
La impunidad ha beneficiado a Jorge Hank, pues no ha sido investigado por gobiernos del PRI, ni del PAN, y ahora de Morena. Ni en el ámbito federal, ni en el local se ha dado continuidad a las investigaciones por homicidios o por crimen organizado en su contra.