Amílcar siempre apostó a que él llevaba la delantera y que la bendición presidencial estaba de su lado ya que todo siempre estaba en charola de plata: era coordinador del gobierno en el estado, fue el primer candidato en la entidad por Morena, presumía programas sociales con su nombre y se afanaba, además, de la cercanía que tuvo su padre con el presidente López Obrador. Incluso Salgado Macedonio ya andaba coqueteando con Movimiento Ciudadano una posible candidatura –porque, obvio, los naranjas no son competitivos ni en su colonia– peeero de último momento, madrugaron a Amílcar y dicen que los mafiosos se impusieron y bueno, coronaron a Salgado Macedonio como candidato estrella.
Tan pronto como se dio a conocer la candidatura de Félix Salgado Macedonio, se dieron conocer diversas acusaciones en su contra por la violación de dos mujeres, un detalle que el presidente de Morena, Mario Delgado, prefirió omitir. Por su parte, el presidente López Obrador aseguró que se trataba de “la efervescencia electoral” por lo cual, era normal que este tipo de señalamientos tuvieran lugar en plena campaña electoral. Gobierno feminista, que le llaman.
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En este sentido, Morena ha dejado de ser el Movimiento Regeneración Nacional y ha pasado a ser el MDA, el Movimiento de Decadencia Nacional.