Atendiendo esto, el INE presentó a mediados de noviembre una propuesta inicial de reglamentación, misma que fue discutida en las comisiones de Género y No Discriminación y Prerrogativas y Partidos Políticos. Tras un largo debate, los representantes de los partidos rechazaron la propuesta unánimemente. Su descontento derivó principalmente de que el proyecto del INE preveía la separación del cargo (por al menos 60 días) de los legisladores que buscaran reelegirse. Ante el rechazo de los partidos, la votación del proyecto quedó pospuesta para inicios de diciembre.
Vale la pena recordar que, al solicitar licencia de su cargo, los diputados no solamente cesan en el ejercicio de sus funciones legislativas, sino que se les restringe el acceso a una bolsa de aproximadamente 50 millones de pesos mensuales que obtienen los partidos a manera de “subvenciones”, manejadas de manera discrecional por los coordinadores de las distintas bancadas. Sin mencionar que en caso de ser obligados a dejar su curul, los futuros candidatos le estarían diciendo adiós a otros 125 mil pesos mensuales por concepto de “apoyo legislativo” y “transporte aéreo”.
Pero la rabieta de los representantes partidistas ante el proyecto inicial del INE, no es el fin de esta historia. El pasado jueves, se subió a la Mesa Directiva un acuerdo con una “versión alternativa” de lineamientos hecha por los diputados. Dicho acuerdo (avalado por 454 de 463 diputados presentes) menciona que “ante la carencia de un marco legal secundario para la elección consecutiva, la Cámara de Diputados considera relevante adoptar un instrumento de régimen interior para establecer el derecho político de los diputados de buscar su reelección”.
Un importante aspecto que, por obvias razones, dicho documento omite mencionar es que la “carencia de reglamentación” fue producto de la incapacidad de nuestros diputados para hacer su trabajo. Pero lo más llamativo del acuerdo es cómo los legisladores se pronunciaron por una interpretación de mínimos jurídicos al afirmar que las limitaciones constitucionales expresas a la reelección surgen exclusivamente para el número de periodos consecutivos en que un ciudadano puede ocupar el cargo, y el partido por el que podrán ser postulados. De funcionar bajo estas reglas, aspectos importantes que el INE buscaba incluir en su reglamento, como el que un legislador deje su cargo para garantizar equidad en la contienda o que deba reelegirse por el mismo distrito para promover la rendición de cuentas, serían opcionales. Así, el mencionado acuerdo se decanta por un modelo de máxima permisividad para los diputados donde el resguardo de sus derechos ciudadanos se ubica por encima del interés del representado, declarando de antemano como excesiva, cualquier restricción más allá de las previstas por el texto constitucional.