¿Qué efectos puede tener en la Cámara de Diputados la confirmación de estas asociaciones como nuevos partidos políticos?
A pesar de que algunas encuestas prevén que, por desgaste natural, Morena podría reducir su porcentaje de escaños en 2021 con respecto de 2018, la entrada al sistema de alguno de los partidos que ya han declarado oficialmente su afinidad con la 4T podría amortiguar ese descenso previsto en la intención ciudadana de voto.
Si bien las reglas electorales impiden a los partidos que compiten por primera vez establecer coaliciones totales o parciales con cualquiera otra fuerza política, esto no impide que, una vez electos, los diputados voten en bloque, como se ha visto recientemente con los diputados del Partido Verde apoyando a la 4T en más del 90% de las votaciones plenarias de la 64 Legislatura.
Cabe mencionar que de los siete posibles partidos nuevos, cuatro de ellos (Redes Sociales Progresistas, Encuentro Solidario, Fuerza Social y Súmate a Nosotros) han declarado oficialmente su apoyo al proyecto del presidente López Obrador.
Para dimensionar esta “ayuda” que obtendría la 4T tomemos como referencia el proceso electoral 2018. Entre los partidos que menos votos obtuvieron fue el PT. Con un 4.3% de la votación nacional emitida al partido le bastó para tener nueve diputados de Representación Proporcional.
En este entendido, bastaría con que dos de los posibles nuevos aliados de la 4T obtuvieran los votos para mantener el registro (más del 3% de la votación) y aun sin ganar en ningún distrito podrían darle a la coalición en el gobierno cerca de 16 diputados. En un mejor escenario (que los cuatro mantuvieran el registro), Morena tendría alrededor de 30 nuevos aliados de facto en la Cámara (un nada despreciable bono del 6% en su fuerza dentro de la Cámara).