La sucesión en la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados vuelve a poner en tensión a las fuerzas políticas de San Lázaro. Como ocurrió el año pasado, cuando Morena y Porfirio Muñoz Ledo entregaron a regañadientes la Mesa Directiva a la panista Laura Rojas, hoy vuelve a asomar el conflicto entre la coalición lopezobradorista y la oposición. Esta vez, la pugna se da entre el PT y el PRI.
Históricamente, las reglas de la Cámara han ordenado que la mesa se elija por una mayoría de diputados. Así, mientras el PRI fue el partido mayoritario, ésta se renovaba cada mes y su membresía naturalmente se repartía entre los miembros de aquel instituto. Pero cuando en 1997 ningún partido reunió los votos suficientes para conformar una mayoría en la Cámara, los diputados se vieron obligados a rediseñar las reglas para la conformación de dicho órgano.