Poca calidad moral
Y es que, si nos vamos a su poca calidad moral, Ackerman, a pesar de tener un abierto rechazo a las instituciones electorales, fue designado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), que preside Rosario Piedra Ibarra, para integrar el Comité Técnico de Evaluación que se encargará de calificar a los aspirantes a cuatro plazas de consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE). Había quienes decían que no podía incorporarse por su conocida participación en Morena, pero de acuerdo con el análisis de la Dirección General de Asuntos Jurídicos del órgano legislativo, el Instituto de Formación Política de Morena, del cual forma parte Ackerman, no es parte de los órganos directivos del partido, razón por la que Ackerman “no incumple con los requisitos”. Bajo este argumento, el área jurídica del Palacio de San Lázaro avaló su designación para ser uno de los siete integrantes del Comité Técnico de Evaluación que analizará a los aspirantes a consejeros electorales.
Han quedado atrás los días del romanticismo zapatista cuando bailaba “la del moño colorado” con Irma E. Sandoval ( acá le contamos la historia completa ). Dicen mis fuentes que si tiene un problema con Rectoría de la UNAM, acuda con John, pues él tiene experiencia en el chantaje y extorsión porril en la máxima Casa de Estudios. Y vaya que le sirven esas huestes, ya que hasta lo andaban postulando para rector de la UNAM.
El que ni tardo ni perezoso luego, luego dijo yo de aquí me cuelgo fue Alejandro Rojas Díaz Durán, aspirante a dirigente de Morena, quien denunció que el doctorado de John Ackerman no se encuentra en el Registro Nacional de Profesionistas, pese a lo que tiene una plaza de investigador en la UNAM, por lo que podría incurrir en fraude y daño patrimonial al erario y en Twitter hasta mostró una captura de pantalla de su consulta en el sitio del Registro Nacional de Profesionistas, en donde se puede ver que a la consulta por el nombre de John Mill Ackerman Rose no arrojó ningún resultado.
Acto seguido, tuiteros afines a Ackerman le señalaron que como que el doctorado lo hizo en Estados Unidos no hay obligación de que se encuentre en el Registro Nacional de Profesionistas, este suspirante arribista dijo que es irrelevante si Ackerman tiene varios doctorados o tesis, sino que “el punto es que está violando las leyes mexicanas”.
Y concluyó: “Ergo, como buen gringo intervencionista, le vale un cacahuate el Estado de Derecho. Aquí en #México existen cientos de doctorados que merecen más espacios y atenciones que el sospecho pseudoizquierdista radical de Fake Ackerman. Punto”, ¡quiúboles!
Ahora bien, si John Ackerman NO tiene cédula profesional por lo que no se puede ostentar como doctor ni firmar como tal en México, ¿es posible que un falsificador de documentos públicos participe en la selección de candidatos a consejero del INE?
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