Las "corcholatas"
Prácticamente un mes después de las elecciones de 2021, el presidente Andrés Manuel López Obrador abrió el proceso de sucesión presidencial.
A la mitad de su conferencia matutina, al mandatario federal se le preguntó sobre el proceso de sucesión, a lo que dijo que en su gobierno no habría tapados, como se le conocía a quien se perfilaba a ser el elegido por el presidente en turno.
“¿Quiénes pueden sustituirme? Bueno, pues primero hay que tomar en cuenta que va a ser el pueblo el que va a decidir. Ahora, del flanco progresista, liberal, hay muchísimos, como Claudia, como Marcelo, como Juan Ramón de la Fuente, Esteban Moctezuma, Tatiana Clouthier, Rocío Nahle, bueno, muchísimos, afortunadamente hay relevo generacional”, lanzó el 5 de julio de 2021.
Luego vino la clasificación de “corcholatas”. Rumbo al final de su conferencia del 12 de julio , el presidente manifestó su confianza porque hay varios perfiles que pueden ser su sucesor.
“Hay muchos, mujeres y hombres, para el relevo, hay muchos. Todos, los que están en el gabinete, gobernadores, todos tienen posibilidad, dirigentes parlamentarios, todos, todos, tienen posibilidad, ahora sí que ya no hay tapados. Yo soy el destapador y mi corcholata favorita va a ser la del pueblo, esa es la regla”, dijo.
Un día después, el presidente aseguró que todos los políticos y funcionarios públicos “tienen derecho” de aspirar a la candidatura a la Presidencia de la República, pero la decisión final la tienen los mexicanos.
“Yo hablé de que soy como el destapador, nada más que mi corcholata favorita va a ser el que el pueblo quiera”, dijo en su mañanera del 13 de julio de 2021.
En diciembre de ese año se le preguntó al presidente que si además de las ya señaladas como corcholatas había alguien más, como el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, a lo que rechazó ahondar pero sí aclaró que todos tenían derecho a aspirar.
“Todos los mexicanos, de acuerdo a la Constitución, tienen derecho a votar y a ser votados”, dijo.
-¿Don Adán Augusto sería una ‘corcholata’?, se le insistió.
“Ah, no, no hablo de eso, ahí sí, como se decía antes, uno es dueño de su silencio y rehén de lo que dice, y no quiero hablar de esos temas”, planteó.