Expertos consultados por Expansión Política consideran que al darle más facultades, recursos y poder a las Fuerzas Armadas, está ocasionando que el presidente actué bajo presión y se vea orillado a “defenderlos” a pesar de los cuestionamientos por su desempeño.
Rubén Ortega Montes, miembro del Observatorio de Seguridad y Justicia de la Universidad de Guadalajara, considera que el actual gobierno ha tenido que doblegarse ante la milicia y muestra de ello, no solo es el caso Ayotzinapa, también lo fue la detención y posterior exhoneración del exsecretario de la Defensa, Salvador Cienfuegos.
“Vemos a un presidente desatinado, a un presidente que ha perdido su esencia. Con la forma que ocurrió lo de Cienfuegos y con el desistimiento de órdenes de aprehensión por el caso Ayotzinapa, no indica más que el Ejército es quien lleva el poder, la batuta”, refiere Ortega Montes.
Uno de los episodios en los que el presidente ha tenido que defender a las Fuerzas Armadas se dio con Cienfuegos, quien fue detenido en octubre de 2020 en Estados Unidos, acusado de de narcotráfico y lavado de dinero, y que después fue puesto en libertad y traído a México por un acuerdo de alto nivel entre los gobiernos de ambos países y aquí exonerado por la Fiscalía General de la República (FGR).
Cuando ocurrió, el presidente pidió no señalar a todo el Ejército por esta detención y también acusó que en Estados Unidos no tenían pruebas contra el general: “eran basura, basura, basura”, recriminó.
Hace unos días, a petición de la FGR, un juez canceló 21 órdenes de aprehensión que habían sido liberadas en contra de presuntos implicados en el caso Ayotzinapa, de las que 15 eran contra militares. El presidente defendió esa decisión de la FGR argumentando que se quiso implicar a más personas de las que en realidad correspondía.
“Como en todo esto hay intereses, buscaron reventar la investigación hablando de más personas. En el caso, por ejemplo, de los militares, responsabilizando a 20, cuando en la investigación son cinco; claro, de alto grado, los otros 15 no sé, pero me imagino que son soldados. Pero, ¿por qué meten los 20?, pensando que con eso se iba a generar una rebelión en el Ejército si eran más e íbamos a tener que dar marcha atrás para no tocar a nadie”, planteó el presidente.