Expertos consultados explican que en el mundo, hay varios gobernantes que evocan al nacionalismo, y López Obrador es uno de ellos, aunque a diferencia de otros, su discurso no es radical.
“El presidente tiene un planteamiento de índole nacionalista, el nacionalismo siempre es un discurso que atrae grandes sectores poblacionales, es un discurso que es alentador, mueve los sentimientos de la población, provoca emociones, entonces para los fines políticos de cualquier gobernante el discurso nacionalista siempre es atractivo. El presidente López Obrador es congruente porque muchas de sus políticas que ha emprendido, se vinculan a la narrativa nacionalista”, afirma el politólogo y catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México, Édgar Ortiz Arellano.
El nacionalismo mexicano surgió en el siglo XX y está ligado al Partido Revolucionario Institucional. Uno de sus elementos es la justicia social, sobre la que ha fincado el presidente López Obrador su discurso.
En su texto “La persistencia de una idea: el nacionalismo revolucionario. Del PRI a López Obrador”, Rogelio Hernández Rodríguez, profesor-investigador del Centro de Estudios Internacionales de El Colegio de México, destaca que el presidente suele remembrar las otras revoluciones que ha vivido el país (Independencia, la Reforma y la Revolución) y evocar a héroes de la historia de México, como lo hicieron los mandatarios del tricolor.
“Como lo hiciera el PRI en el pasado, ha desempolvado la explicación de (Vicente) Lombardo de las tres etapas de la lucha del pueblo mexicano y se ha rodeado de los héroes nacionales más destacados: Hidalgo, Juárez, Zapata y Cárdenas. Por precaución comprensible, no ha llamado por su nombre al planteamiento que le da vida a sus propuestas: nacionalismo revolucionario”, sostiene.