Ya está funcionando el sistema de protección civil. La política exterior del país se apega a los principios establecidos en el artículo 89 de la Constitución. Les recuerdo esos principios: la autodeterminación de los pueblos, la no intervención, la solución pacífica de las controversias, la proscripción de la amenaza o el uso de la fuerza en las relaciones internacionales, la igualdad jurídica de los Estados, la cooperación internacional para el desarrollo, el respeto, la protección y promoción de los derechos humanos y la lucha por la paz y la seguridad internacionales.
Hemos establecido una relación amistosa y de respeto con el pueblo y el gobierno de Estados Unidos. Y esto, este proceder, nos ha permitido evitar la confrontación, que no consideramos conveniente para nadie. Hace unos días superamos una posible crisis económica y política mediante un acuerdo migratorio que nos obliga a ser más estrictos en la aplicación en la ley de la materia, sin violar derechos humanos y rescatando, como todo acuerdo, rescatando a nuestro favor el reconocimiento de que se atenderá este asunto sin usar la fuerza, sin usar medidas coercitivas, sino creando oportunidades de trabajo y bienestar para la gente en sus lugares de origen; es decir, en los países hermanos de Centroamérica y en nuestro país.
Antier concluyó la reunión del G20 en Osaka, Japón. Y en el documento final de esta cumbre los países miembros adoptaron la propuesta nuestra, la propuesta mexicana de atender la migración a través de la cooperación para el desarrollo.
Ya se ratificó el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá.
Se ha garantizado la libre manifestación de ideas, el derecho a disentir, la libertad de creencias y la libertad de prensa.
Reitero, para que nadie se confunda:
No luchamos para construir una dictadura, luchamos para construir una auténtica, una verdadera democracia. Estamos a favor del diálogo, de la tolerancia, de la diversidad y del respeto a los derechos humanos.
Actualmente se distribuye la Cartilla moral escrita por Alfonso Reyes, porque creo sinceramente que la transformación no sólo significa lograr el bienestar material, sino también lograr el bienestar del alma, fortalecer valores culturales, morales, espirituales.
Este año se declaró como el Año del Caudillo del Sur, Emiliano Zapata. Y ya inició el programa de rescate de la memoria histórica, porque el que no sabe de dónde viene, nunca va a saber hacia dónde va. Nosotros tenemos una historia extraordinaria que viene de lejos y es nuestra inspiración.
Somos universales, pero no tenemos que ir a buscar ejemplos al extranjero. Ya nos enseñaron nuestros antepasados cómo luchar por la libertad, por la justicia, por la democracia y por la soberanía de la nación.
De una vez aquí en el Zócalo, esto lo acabo de escribir porque se me estaba pasando, les invito a todas y a todos ya, aunque falta, pero por anticipado les invito a celebrar como nunca aquí, en el Zócalo, el 15 de septiembre, el Grito de Independencia.
Ya se presentó la estrategia para el fomento a la lectura, y el Fondo de Cultura Económica está editando libros de grandes escritores a precios accesibles.
Elaboramos un nuevo plan de desarrollo completamente distinto a los aprobados en el periodo neoliberal, el nuestro tiene como propósito atender las demandas del pueblo, desterrar la corrupción y la impunidad.
Las políticas gubernamentales ya no están sometidas a las recetas impuestas desde el extranjero, ni se considera que las privatizaciones sean la panacea. Además, se establece el criterio de separar el poder político del poder económico y que el gobierno de la República, el gobierno represente a todos los mexicanos, no sólo a una facción o a una minoría.
Amigas y amigos:
Ya estoy por terminar este discurso, porque apenas estamos iniciando con la transformación de México.
Podría seguir enumerando otras acciones realizadas, pero ya me llevé tiempo, pero considero que es suficiente con lo narrado; lo cierto es que hemos trabajado con intensidad y vamos avanzando.
Se han cumplido 78 de los 100 compromisos que hice en esta plaza hace siete meses, 78 de 100. Posiblemente nunca al comienzo de un gobierno se haya hecho tanto en tan poco tiempo; sin embargo, tenemos pendientes. Por ejemplo, falta mejorar, ya hice el ofrecimiento, pero falta que se cumpla, falta mejorar el sistema de salud.