“Nos falta tener certeza de cómo se investigan estos casos y cómo se toman decisiones”, dijo.
A Lozoya Austin se le otorgó el beneficio de ser testigo colaborador, figura bajo la cual le ha permitido enfrentar sus procesos legales en libertad.
A Rosario Robles, exsecretaria de Desarrollo Social, se le mantiene en prisión acusada de participar en la llamada Estafa Maestra durante el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.
Al cumplir dos años detenida, la exjefa de Gobierno de la capital afirmó que se le mantiene en prisión porque es mujer.
“El día 13 de agosto cumplo 2 años de estar recluida injustamente. El odio, la venganza y el miedo me han traído a estos cuatro muros. Estoy privada de mi libertad porque soy mujer y me llamo Rosario Robles. La prueba contundente es que soy la única en la cárcel”, escribió en redes sociales.
Otro caso que ha causado polémica es la detención de general Salvador Cienfuegos en Estados Unidos. A petición del presidente Andrés Manuel López Obrador, la Fiscalía reveló las pruebas que envió Estados Unidos contra el extitular de la Sedena durante el gobierno pasado.
Una vez en México, la FGR exoneró a Salvador Cienfuegos de delitos contra la salud y lavado de dinero, por lo que determinó no ejercer acción penal.
“Del análisis correspondiente, se llegó a la conclusión de que el General Salvador Cienfuegos Zepeda nunca tuvo encuentro alguno con los integrantes de la organización delictiva investigada por las autoridades norteamericanas y tampoco sostuvo comunicación alguna con ellos, ni realizó actos tendientes a proteger o ayudar a dichos individuos”, informó a través de un comunicado.
Parte de ese trato diferenciado también se ha visto con los 31 investigadores del Conacyt. La FGR los acusa de presunto lavado de dinero y delincuencia organizada, por el presunto mal uso de los recursos que realizaron del erario público.