El propio López Obrador fue quien propuso realizar esta consulta y, sin importar cuál sea su resultado, él saldrá beneficiado porque el ejercicio le permitirá mantenerse activo y posicionando el mensaje de que está cumpliendo con su promesa de combate a la corrupción y la impunidad, señalan los politólogos Juan Luis Hernández, de la Universidad Iberoamericana, y Salvador Mora, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.
Ahora que pasaron las elecciones del 6 de junio —en las que Morena ganó 11 de las 15 gubernaturas en disputa, la mayoría simple en la Cámara de Diputados y la posición como la primera fuerza política en 19 de los 30 congresos locales que se renovaron—, la prioridad política inmediata para el presidente es el proceso de revocación de mandato, dado que de este no solo depende la continuidad de su gobierno, sino también la fortaleza con la que su partido llegará a la sucesión presidencial en 2024.
Un día después de las recientes votaciones, López Obrador señaló a sus adversarios que no pudieron quitarle la mayoría en la Cámara de Diputados ni frenar su proyecto de transformación, y subrayó que la próxima batalla será la revocación de mandato.
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"Se los mando a decir a mis adversarios: no se pudo ahora, ni modo; lástima, fifí; lástima, Margarito, pero al revés. Pero ahí viene, viene la revocación del mandato y a eso me someto. Si la gente dice 'ya no queremos que continúe el presidente, que renuncie', vámonos a Palenque", dijo el lunes 7 de junio.
José Antonio Crespo, analista político y profesor de la División de Estudios Políticos del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), señala en entrevista con Expansión Política que el presidente López Obrador busca mantenerse en una campaña permanente para conservar el contacto con los ciudadanos.