Sobre la primera posibilidad, explica, que “sería absurdo interpretar que un subsecretario estaría por encima de los secretarios de Estado”.
Pero en las circunstancias actuales, sí además de AMLO, Olga Sánchez Cordero, Ebrard Casaubón dieran positivo a COVID-19, la conducción del país debería recaer en otro secretario en función de su jerarquía y el orden sería así: secretario de la Defensa, de Marina, el de Hacienda... hasta llegar al Consejero Jurídico de la Presidencia de la República, en caso de que ninguno pudiera asumir la titularidad del Poder Ejecutivo.
“Estamos en un vacío legal muy grave porque ahora la ausencia es por enfermedad, pero podría haber un atentado en el que tanto el presidente como la secretaria de Gobernación perezcan. Entonces, ¿en quién recaería la conducción del país? No dice nada ninguna ley en nuestro país”, plantea José María Soberanes Diez, investigador de la Universidad Panamericana.
El académico explica que, en otros países, como en Estados Unidos, si el presidente y vicepresidente deben estar juntos en un evento, otro funcionario debe resguardarse en un búnker, ello con el objetivo de salvaguardar la continuidad en el poder.
En México no sucede. En informes de gobierno, por ejemplo, se pueden concentrar todos los secretarios de Estado.
No hay suplencia del presidente
Ambos constitucionalistas destacan que aún con coronavirus, y en el supuesto de que tuviera que estar hospitalizado, el presidente Andrés Manuel López Obrador sigue y seguirá a cargo de la conducción de país.
Su afirmación coincide con lo expresado la mañana de este lunes por la secretaria Olga Sánchez Cordero, quien aseguró que el presidente estaba en el ejercicio pleno de sus funciones, y que ella lo supliría solo en asuntos públicos como la realización de la conferencia matutina.
López Obrador dio positivo a COVID-19