De acuerdo con familiares, personal de la Guardia Nacional les informó el martes 14 de octubre que Stephany había sufrido un accidente durante una práctica de tiro dentro de la base de Acapulco. Falleció con dos disparos en la cabeza.
No obstante, la familia también recibió una versión no oficial según la cual el supuesto accidente habría sido un ataque cometido por el segundo sargento Yair Manuel “N”, quien se dio a la fuga el mismo día del incidente.
Amigos de la joven afirmaron que ella había denunciado acoso dentro de la Guardia Nacional, según consta en mensajes personales compartidos en redes sociales.
“Es que así son de perros (…) yo hice un parte y ni así”, escribió Stephany en respuesta a otra joven que le pidió consejo sobre cómo actuar ante una situación de acoso dentro de la institución.
Stephany se incorporó a la Guardia Nacional en abril de este año y, seis meses después, su familia y amigos cargaron su ataúd rumbo al panteón municipal de Ajalpan, Puebla, donde fue sepultada este viernes 17 de octubre.
“Justicia para Stephany” era la leyenda de la lona que encabezó la procesión fúnebre, en la que familiares y pobladores exigieron al gobernador de Puebla, Alejandro Armenta, el esclarecimiento del presunto feminicidio.
Armenta informó que la investigación de la muerte de la joven está a cargo de las Fiscalías de Guerrero y Puebla.
“En cuanto tengamos información la daremos a conocer, pero sí es materia de las fiscalías y se tiene que evitar hacer comentarios o especulaciones que pudieran alterar el orden jurídico de la investigación”, señaló el mandatario al ser cuestionado por medios de comunicación.