El fentanilo en México ha salido de la frontera norte y ya tiene presencia en el centro del país, donde se identificó que llega a las personas con el mismo método: vendedores de drogas adulteran otras sustancias con fentanilo para inducir su consumo.
Lo anterior se ha comprobado en al menos tres estudios realizados por investigadoras del Instituto Nacional de Psiquiatría, la UNAM y el Colectivo ReverdeSer.
El más reciente se publicó el 6 de diciembre de 2023 en la revista Reducción de Daños y concluyó que contenían fentanilo algunas de las drogas consumidas por asistentes a un festival de música electrónica al aire libre, cerca de la Ciudad de México.
Ahí instalaron una estación de análisis de sustancias y, de manera voluntaria, 40 personas (92.5% hombres) de 22 a 48 años participaron en el estudio proporcionando 51 muestras de drogas, principalmente psicoestimulantes, como MDMA, alucinógenos, cocaína y otras similares a las anfetaminas. El servicio fue gratuito y confidencial.
El análisis concluyó que las muestras sí contenían las sustancias que los usuarios esperaban, pero también incluían adulterantes, como medicamentos de venta libre, otras drogas sintéticas y hasta fentanilo. El fentanilo estaba presente en dos de cada cuatro muestras de cocaína y en 14 de las 22 muestras confirmadas de MDMA.
“Los asistentes al festival se tranquilizaron al confirmar que su sustancia era lo que les ofrecieron y compraron, pero se sorprendieron por la presencia de fentanilo y venlafaxina. No estaban seguros de los riesgos asociados con su consumo”, expone el estudio.
Los adulterantes encontrados son riesgosos para la salud, especialmente el fentanilo, un opioide sintético considerado 50 veces más potente que la heroína y hasta 100 veces más fuerte que la morfina.
El estudio fue realizado por Silvia Cruz, investigadora del Departamento de Farmacobiología del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav); Miguel Bencomo, del Programa de Análisis de Sustancias Deliberar y el Colectivo ReverdeSer; María Elena Medina Mora, directora de la Facultad de Psicología de la UNAM; Fabiola Vázquez y Clara Fleiz, investigadoras del Instituto Nacional de Psiquiatría.
14 de 22 muestras de MDMA contenían fentanilo, 2 de 4 muestras de cocaína también tenían fentanilo y adulterantes como la venlafaxina. Los asistentes no esperaban encontrar fentanilo en su dosis
— ClaraFleiz (@clarafleiz) December 19, 2023
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En marzo de 2019, la doctora Fleiz y el investigador del Instituto Nacional de Psiquiatría, Jorge Villatoro, encabezaron la publicación del libro Cuqueando la chiva: Contextos del consumo de heroína en la frontera norte de México , donde registraron que la tendencia más reciente era mezclar heroína con cocaína, cristal o fentanilo en Tijuana, Baja California; Ciudad Juárez, Chihuahua, y San Luis Río Colorado, Sonora.
Esta investigación fue de las primeras en documentar que un 3.3% de las personas que buscaban tratamiento por uso de drogas decían consumir fentanilo y que la mayoría no conocía esta sustancia todavía, aunque refería que la llamada china white lo contenía.
“Estos hallazgos resaltan la importancia de llevar a cabo en la frontera norte de México estudios de análisis de sustancias (...) pues la gran mayoría de los usuarios únicamente refieren que sus efectos son mayores”, expusieron.
Después hicieron ese análisis de sustancias propuesto. Las doctoras Fleiz, Medina Mora y Cruz, con otros autores, publicaron en diciembre de 2019 un estudio en la revista Addiction, en el que documentaron la adulteración de drogas en Tijuana, Baja California.
En ese informe se analizaron 59 muestras de polvo blanco vendido como heroína y encontraron que 55 de ellas estaban mezcladas con fentanilo. Sin embargo, las personas usuarias declararon no consumir y, en algunos casos, ni siquiera conocer esta sustancia.
Desde entonces, la doctora Fleiz advertía que la adulteración de drogas con fentanilo, sin informar a las personas consumidoras, sería una estrategia de traficantes para expandir en México el consumo de este opioide.
Y ahora se identifica el mismo método en las sustancias que usaron personas del centro de México.
Las especialistas explican que los vendedores de drogas aumentan el volumen y los ingresos añadiendo adulterantes, como drogas sintéticas o medicamentos de venta libre. Algunos ejemplos son la cafeína, los anestésicos locales, medicamentos veterinarios, fentanilo y sus análogos, exponen en el estudio de 2023.
El riesgo de sobredosis mortal aumenta cuando se mezclan opioides potentes con heroína, cocaína y metanfetamina”
También han identificado que otros adulterantes son sustancias nuevas no controladas por la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes.
Pese a las limitaciones del estudio, como la pequeña muestra analizada, las investigadoras concluyen que aporta evidencia útil.
Dicen, además, que los hallazgos deben ser una alerta temprana que urja a alertar en festivales de música de la presencia de fentanilo en algunas drogas y de otras combinaciones de sustancias peligrosas.
En Canadá, España, Países Bajos, Portugal, Austria, Suiza, Reino Unido, Australia y Colombia es común la presencia de servicios de control de drogas en festivales de música, dedicados a informar sobre el riesgo del consumo y que alertan de la presencia de adulterantes.
Pero en México son escasos estos servicios. El Programa de Análisis de Sustancias (SAP), apoyado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos y el Colectivo ReverdeSer, inició operaciones en 2014. Entre 2015 y 2019 recolectó 1,585 muestras y gran parte de ellas estaban adulteradas. Pertenecían a 1,407 consumidores de drogas en 28 festivales de música electrónica en la Ciudad de México y ciudades aledañas
“Deberían existir sistemas de alerta temprana en los festivales para alertar sobre la presencia de fentanilo u otras combinaciones peligrosas", subrayan.
Las sobredosis de fentanilo ponen en peligro la vida”,
También consideraron necesario que en estos eventos haya asistencia médica y acceso al antídoto naloxona, que ayuda a revertir sobredosis.
"Es urgente monitorear estos adulterantes en los festivales de música electrónica e implementar políticas públicas de prevención, tratamiento y reducción de daños. La distribución de naloxona y las terapias asistidas con medicamentos deberían ser parte de los programas gubernamentales en México”, advierten.
