El caso de Luisa
Luisa estudia la especialidad en anestesiología en aquel hospital del IMSS, contaron algunas de las personas que protestaron. La tarde del 11 de diciembre salió de la unidad médica por un café y policías federales que vigilan las instalaciones le revisaron su mochila, donde hallaron jeringas y fármacos. Los elementos de seguridad la detuvieron, la acusaron de robo y la trasladaron a la Fiscalía de Tacubaya.
“Ni siquiera había salido del hospital, la detuvieron dentro de las instalaciones”, explica uno de los residentes que participaron en la protesta. “Ella iba con la intención de ir por su café y regresar, pero la detuvieron”, agrega.
Salir con insumos sanitarios, considera el médico, fue un descuido. Sostiene que Luisa trabajó toda la noche y esas extensas jornadas agotan a cualquiera.
Además, dice que es común cargar fármacos de uso frecuente. La médica llevaba heparina, que se administra para evitar formación de coágulos sanguíneos; un sedante y efedrina, para la hipotensión arterial.
Sus colegas desmintieron que llevara fentanilo en la mochila como se difundió y negaron que se trate de un robo.
“No somos delincuentes, no somos narcotraficantes, nosotros somos anestesiólogos y debemos administrar medicamentos a los pacientes. Desafortunadamente, con la política que lleva nuestro gobierno de cero fentanilo, se han tomado muchas represalias”, subraya uno de sus colegas.