Carlos Antonio Romero Deschamps falleció este jueves 19 de octubre a los 79 años . Originario de Tampico, Tamaulipas, Romero fue líder del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana de 1993 hasta su renuncia el 16 de octubre de 2019.
Durante esos años, la polémica lo rodeó principalmente entorno a su fortuna.
El primer gran escándalo del sindicato de Pemex estalló el 10 de enero de 1989, cuando por órdenes del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari fue detenido el secretario general, Joaquín Hernández Galicia, "La Quina".
A este hecho se le conoció como "el Quinazo", pues representó un fuerte golpe a quien por décadas fue líder —por elección o a través de terceros— de la secretaría general del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM). Además, esto legitimaba la presidencia de Salinas de Gortari, luego de las elecciones polémicas de 1988 y mandaba una señal de que el sindicato petrolero estaba bajo control y entraba en una nueva fase.
Joaquín Hernández llegó al sindicato petrolero en 1958, pero fue hasta 1979 cuando se convirtió legalmente en secretario general. Sin embargo, su poder se mantuvo durante cinco sexenios: Adolfo López Mateos, Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría Álvarez, José López Portillo y Miguel de la Madrid Hurtado.
El 10 de enero de 1989, una semana después de la toma de protesta de Carlos Salinas, elementos del Ejército mexicano irrumpieron en la casa de 'La Quina' en Ciudad Madero, Tamaulipas. Tenían una orden de aprehensión en su contra por homicidio y acopio ilegal de armas de fuego.
Hernández Galicia fue condenado a 35 años de prisión por estos delitos, pero nunca fue acusado de corrupción o enriquecimiento ilícito, señalamientos que pesaban sobre él al interior del sindicato.
En 2001, una investigación periodística reveló que fondos provenientes del sindicato de Pemex fueron utilizados para solventar la campaña de Francisco Labastida, el primer candidato del PRI que perdió una elección, en el 2000.
De acuerdo con la investigación, por órdenes del mandatario en turno, Ernesto Zedillo, el entonces director de Pemex, Rogelio Montemayor, hizo un convenio con el secretario general y el tesorero del sindicato, Romero Deschamps y Ricardo Aldana Prieto, respectivamente, para que entregaran en varias exhibiciones hasta 1,100 millones de pesos a la Secretaría de Finanzas del PRI.
Ninguna de las personas presuntamente involucradas en esta operación fue presentada ante la justicia y la sanción solo se limitó al PRI, que fue multado por los órganos electorales con 1,000 millones de pesos.
En 2013, más de una década después del escándalo del Pemexgate, el diario Reforma informó que el STPRM recicó a finales del gobierno de Felipe Calderón un préstamo de Petróleos Mexicanos por 500 millones de pesos, los cuales pagarían en un plazo de 10 años y sin intereses.
El préstamo fue aprobado por el entonces director de Pemex, Juan José Suárez Coppel, y se entregó por concepto de "construcción de viviendas", sin embargo el sindicato nunca reportó un proyecto de este tipo.
Un mes después de entregarse el préstamo, Carlos Romero Deschamps, todavía líder sindical y senador de la República, anunció el apoyo de los petroleros para el entonces precandidato presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto.
El contrato indicaba que el sindicato comenzaría a pagar hasta enero de 2016 con mensualidades de 8 millones 333,333 pesos y se terminará de liquidar en diciembre de 2020, pero hasta la fecha se desconoce si se cumplió la liquidación en el plazo establecido.
El acuerdo fue firmado por Romero Deschamps, Ricardo Aldana y Manuel Limón, entonces secretario tesorero.
Pese a que los estatutos del sindicato petrolero establecen que el secretario general solo se puede reelegir una vez, Carlos Romero Deschamps lo hizo cinco veces. 26 años estuvo al frente del sindicato.
Durante ese tiempo, secciones disidentes del gremio pelearon por la dirigencia. Como en 2008, cuando un grupo de trabajadores encabezados por Omar Toledo Aburto, aspirante a secretario general, tomaron la sede del sindicato por unos minutos, antes de ser desalojados a la fuerza por elementos de seguridad.
En octubre 2012, Jorge Hernández Lira sostuvo haber sido electo como secretario general del STPRM en las elecciones de ese año. Sin embargo, y pese a los litigios, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) no lo reconoció como dirigente sindical.
Fue hasta 2019, cuando Romero Deschamps renunció a su cargo como líder sindical y Manuel Limón Hernández ocupó el cargo de forma interina.
El 1 de febrero de 2022, Luis Ricardo Aldana Prieto resultó ganador en las elecciones para la secretaría general del STPRM , sucediendo en el cargo a Limón Hernández.
Aldana Prieto fue tesorero del sindicato, cercano a Carlos Romero Deschamps, empleado de confianza de Pemex y vinculado al escándalo del 'Pemexgate'.
El 16 de octubre de 2019, Romero Deschamps renunció a su cargo como líder sindical de Pemex, en medio de una serie de denuncias en su contra: fue acusado por presunto enriquecimiento ilícito, delincuencia organizada, lavado de dinero y defraudación fiscal.
Aunque renunció a su cargo, se mantuvo por varios meses después como trabajador de la petrolera bajo el argumento de estar tomando todos los periodos vacacionales de los que no había hecho uso.
Finalmente, en marzo de 2021, tras un exhorto del presidente Andrés Manuel López Obrador, Romero Deschamps dejó de ser trabajador activo de la petrolera.
En octubre de 2019, la Fiscalía General de la República (FGR) confirmó que el exlíder petrolero huyó del país , a cinco días de presentar su renuncia al Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana.
La FGR informó que giró un oficio a la Agencia Federal de Aviación Civil de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes a fin de conocer su ruta de salida y sus movimientos, así como el de 11 de sus familiares.
La autoridad ministerial también solicitó a la Interpol una Ficha Azul para localizar al exdirigente de petroleros. A las procuradurías y fiscalías de los estados, pidió copias legibles y certificadas que respalden la información requerida en un plazo de cinco días.
En octubre de 2019, la "era" de Carlos Romero Deschamps terminó. Luego de que el poderoso líder del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) le dijo adiós a su cargo después de 26 años.
La salida de Carlos Romero ocurrió tras la confirmación del presidente Andrés Manuel López Obrador de que habían dos denuncias en su contra ante la Fiscalía General de la República (FGR).
El presidente informó entonces que las investigaciones eran por ilícitos relacionados con ingresos: “Con obtención de recursos básicamente, ingresos obtenidos de investigaciones o avisos de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda”, explicó.
Días después de estas declaraciones del presidente, el fiscal Alejandro Gertz Manero informó que no había ninguna orden de aprehensión en contra de Romero Deschamps, pero sí siete denuncias.
La Secretaria de la Función Pública también confirmó que había una investigación en contra del líder sindical.
En marzo de 2021, luego de renunciar a la secretaría general del sindicato petrolero, la Fiscalía General de la República (FGR) abrió una investigación en contra de Romero Deschamps por depósitos acumulados de 309 millones de pesos.
Las acusaciones en contra de Romero Deschamos fueron múltiples, entre las que destacaron el robo de combustible y omisión en la supervisión de las refinerías de Pemex.
En 2016, el colectivo Petroleros Activos en Evolución presentó denuncias en contra del líder sindical, sus familiares y supuestos prestanombres, por posible enriquecimiento ilícito, delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
En ese año salieron a la luz algunos de los lujos que poseían los familiares de Romero Deschamps, como los yates de sus hijos Paulina y Alejandro en Cancún, Quintana Roo, donde el líder sindical tenía un departamento valorado en 18.7 millones de pesos.
A esto se sumaron las fotografías de su hija en las que presumía una vida multimillonaria y viajes, así como la noticia de que su hijo José Carlos Romero Durán adquirió un automóvil Ferrari Enzo valorado en 2 millones de dólares.
Romero Deschamps nunca aclaró de dónde provinieron los recursos con los que financió el estilo de vida de su familia.
En la página de nómina transparente de la Secretaría de la Función Pública (SFP) aparecían dos sueldos a su nombre, uno por 6,881.70 pesos y otro por 31,671.68, es decir, 38,553.38 pesos mensuales.
En la misma página aparecía su hermana María Esther Romero Deschamps, con un puesto de supervisor de sistemas administrativos en Pemex, con dos sueldos por un monto total de 33,497.09 pesos.
También era común ver al exdirigente del gremio petrolero en algunos de los restaurantes más caros y lujosos de Ciudad de México, siempre acompañado de guardaespaldas.
Entre los costosos relojes usados por el famoso exlíder sindical, destaca un reloj Royal Oak que valía entre 40,000 dólares y 200,000 dólares, así como uno de oro de 18 kilates, de la marca Audemars Piguet, que lució tras un viaje a Las Vegas (Estados Unidos) en 2008.
En abril de 2015, cuando era senador del tricolor, Romero Deschamps también fue captado hojeando un catálogo de yates durante la discusión de la reforma anticorrupción, lo que le valió críticas.
Fue así que, a pesar de que en 2002 se expidió la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, que obliga a las instituciones que reciben recursos públicos federales a transparentar la información sobre el uso y destino de su presupuesto, desde 2013, el Sindicato de Trabajadores Petroleros promovió más de 47 demandas de amparo en contra de los peticionarios ante el INAI, para evitar que alguien supiera a cabalidad cómo se mueve el dinero en su interior.
