Esto, señaló, puede afectar nuevamente el inicio de clases, por lo que urgió a acelerar la aplicación de dosis covid en los infantes de todo el país.
Aunque en el ciclo escolar pasado se comprobó que las escuelas no son un foco importante de contagios de Covid-19, la falta de vacunas contra otras enfermedades sí representa un riesgo para los infantes, aseguró Nancy Ramírez, directora de Incidencia Política de la organización civil Save The Children.
“El hecho de que las niñas y niños vayan a la escuela no representa mayor riesgo que estar en otros espacios; pero el riesgo sigue latente y entonces es importante que las familias se comprometan a llevar a sus hijas e hijos a recibir la vacuna covid. Hay un avance, pero todavía falta”, indicó en entrevista.
La primera vez que esta organización, dedicada a defender los derechos de las infancias, detectó una caída drástica en la aplicación de vacunas fue en 2018.
De acuerdo con los resultados de la Ensanut, ese año sólo 19.9% de las niñas y niños de un año de edad contó con un esquema de cuatro vacunas aplicadas. Para 2021 la proporción subió únicamente a 31.1%.
Esto significa, expuso la especialista, que los menores que en 2018 tenían un año, hoy tienen cinco años, estudian preescolar y pronto ingresarán a la primaria sin tener diversas vacunas, lo que podría ponerles en riesgo ante un brote de enfermedades contagiosas.
“Sí hay un riesgo porque son niños y niñas que no tienen vacunas, como la del sarampión o la de paperas, la de rubéola; vacunas contra tétanos, influenza, difteria, tosferina. Es decir, son enfermedades contagiosas y, si en las escuelas llega a presentarse algún caso de enfermedad y de niñas y niños que no están vacunados, entonces es fácil que proliferen los contagios y se generen brotes de enfermedades”, advirtió.
Si se suman los menores que tampoco recibieron todas sus vacunas en 2019, 2020 y 2021, subrayó, el riesgo de que regresen enfermedades contagiosas controladas, como sucedió con el sarampión en 2020, seguirá latente en los próximos años.
“En tanto que el esquema de vacunación no se complete, las niñas y niños, incluso las personas adultas, siempre van a estar en riesgo. Si a cualquier persona adulta en su momento no se le aplicó la vacuna contra el sarampión, bueno, hoy sigue vulnerable a eso”, explicó.