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Regreso a clases: menores en riesgo por cobertura incompleta de vacunación

Por el razago que dejó la pandemia, los menores regresarán a clases con esquemas incompletos de vacunación; en el caso de la vacuna contra Covid, sólo el 40% ha recibido una dosis.
mar 23 agosto 2022 06:15 AM
(Una madre se despide de su hijo antes de ingresar a la escuela en Baja California)
Millones de niños regresarán a las aulas en enero de 2023.

Aitana iniciará la escuela primaria el próximo 29 de agosto de 2022. Sin embargo, la emoción del primer día de clases se ha opacado por una preocupación: no le han aplicado todas las vacunas que debe tener una niña de 6 años, ni la dosis contra Covid-19.

Tania Martínez, su madre, cuenta que en mayo de 2020 acudió a la Unidad de Medicina Familiar No. 77 del IMSS, ubicada en Ecatepec, Estado de México, a solicitar la vacuna DPT, que protege de la difteria, tosferina y tétanos. Su hija acababa de cumplir 4 años y era el momento de recibir ese biológico, pero no había dosis en la clínica.

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En esa fecha el sistema de salud mexicano enfrentaba el aumento de contagios por la primera ola de la pandemia de Covid-19.

“Me dijeron que no había las vacunas en ese momento, porque fue cuando se saturaron los hospitales y ya no me dieron fecha ni nada”, recuerda.

Aunque la emergencia sanitaria se ha controlado, el desabasto de vacunas continúa. Tania ha buscado la dosis en otras clínicas de la Secretaría de Salud y tampoco ha tenido suerte. Su hija no cuenta todavía con la vacuna DPT.

“A lo mejor voy siempre que ya se acabaron las vacunas, pero sí me preocupa”, menciona la madre de 32 años.

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Cartilla de vacunación de la niña Aitana, a quien le falta la vacuna DPT.

Ella no es la única que enfrenta este problema. Las niñas y niños de 5 a 11 años de edad regresarán a clases presenciales con esquemas incompletos de vacunación, ya que sólo 40% ha recibido una dosis anticovid; la mitad de quienes tienen entre 5 y 6 años no cuenta con el refuerzo de sarampión, y 24% no se vacunó contra la difteria, según datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2021.

Fernando Ruiz, director de investigación de la organización Mexicanos Primero, consideró que la campaña de vacunación covid para los menores de edad va lenta.

“No se está teniendo el mismo vigor que se tuvo para las campañas de vacunación anteriores. Me parece que no está abonando a la construcción de confianza entre las familias, donde sigue habiendo mucha preocupación sobre los contagios”, sostuvo.

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Esto, señaló, puede afectar nuevamente el inicio de clases, por lo que urgió a acelerar la aplicación de dosis covid en los infantes de todo el país.

Aunque en el ciclo escolar pasado se comprobó que las escuelas no son un foco importante de contagios de Covid-19, la falta de vacunas contra otras enfermedades sí representa un riesgo para los infantes, aseguró Nancy Ramírez, directora de Incidencia Política de la organización civil Save The Children.

“El hecho de que las niñas y niños vayan a la escuela no representa mayor riesgo que estar en otros espacios; pero el riesgo sigue latente y entonces es importante que las familias se comprometan a llevar a sus hijas e hijos a recibir la vacuna covid. Hay un avance, pero todavía falta”, indicó en entrevista.

La primera vez que esta organización, dedicada a defender los derechos de las infancias, detectó una caída drástica en la aplicación de vacunas fue en 2018.

De acuerdo con los resultados de la Ensanut, ese año sólo 19.9% de las niñas y niños de un año de edad contó con un esquema de cuatro vacunas aplicadas. Para 2021 la proporción subió únicamente a 31.1%.

Esto significa, expuso la especialista, que los menores que en 2018 tenían un año, hoy tienen cinco años, estudian preescolar y pronto ingresarán a la primaria sin tener diversas vacunas, lo que podría ponerles en riesgo ante un brote de enfermedades contagiosas.

“Sí hay un riesgo porque son niños y niñas que no tienen vacunas, como la del sarampión o la de paperas, la de rubéola; vacunas contra tétanos, influenza, difteria, tosferina. Es decir, son enfermedades contagiosas y, si en las escuelas llega a presentarse algún caso de enfermedad y de niñas y niños que no están vacunados, entonces es fácil que proliferen los contagios y se generen brotes de enfermedades”, advirtió.

Si se suman los menores que tampoco recibieron todas sus vacunas en 2019, 2020 y 2021, subrayó, el riesgo de que regresen enfermedades contagiosas controladas, como sucedió con el sarampión en 2020, seguirá latente en los próximos años.

“En tanto que el esquema de vacunación no se complete, las niñas y niños, incluso las personas adultas, siempre van a estar en riesgo. Si a cualquier persona adulta en su momento no se le aplicó la vacuna contra el sarampión, bueno, hoy sigue vulnerable a eso”, explicó.

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Ante esta situación, Save The Children urgió al gobierno mexicano a establecer un plan emergente que abata los rezagos en vacunación y a lanzar campañas intensivas de información sobre la importancia de las vacunas, como las que se promovieron en los años 80 y 90.

También recomendó a las autoridades educativas revisar las cartillas de vacunación en el regreso a clases, para identificar a los infantes sin alguna dosis y canalizarlos al sector salud.

“La revisión de las cartillas de vacunación no es para excluir. No se trata de que las niñas y niños no vacunados no entren a la escuela, se trata de que el sector educativo haga un vínculo inmediato con el sector salud y entonces se les puedan aplicar las vacunas”, explicó.

Desabasto de vacunas prevalece desde 2018

La especialista Nancy Ramírez dijo que la principal causa de la caída en la cobertura de vacunación es el abasto irregular de vacunas que prevalece en el país desde, al menos, 2018.

Cuando las familias llevan a sus hijos e hijas a vacunar, en las unidades médicas suelen pedirles que regresen en otro momento que sí esté disponible la vacuna que buscan.

Y, muchas veces, a las familias les cuesta regresar a las clínicas por diversos motivos: pierden días laborales; en comunidades vulnerables el transporte les resulta caro, o se les olvida regresar, explica la experta de Save The Children.

“Entonces, es una enorme debilidad el hecho de que no estén disponibles las vacunas en el momento. Ahí el sector salud está perdiendo la oportunidad de vacunar a la niña o niño oportunamente”, indicó.

Esto lo padeció Viridiana Herrera, una mujer de 28 años, madre de una niña de un año 8 meses. Cuando nació su hija, en octubre de 2020, no le aplicaron la vacuna BCG, indicada en los recién nacidos para prevenir la tuberculosis.

“Cuando nació la niña, yo busqué la vacuna de recién nacido en centros de salud del gobierno. Fui a tres o cuatro centros de salud y nos dijeron que no había vacuna y que no se sabía cuándo iba a llegar”, comparte.

Viridiana quiso conseguir la dosis en un hospital particular, pero tampoco contaban con estas vacunas en el sector privado. “Me dijeron que en ningún lado la había, o sea, ni en los hospitales del IMSS ni en los centros de salud, porque estaba escasa”, comentó.

Siete meses después, su hija recibió la vacuna BCG en una clínica de salud pública. Ahí, una enfermera le mencionó otra posible causa del desabasto. “Lo que me dijo una enfermera fue que se estaban enfocando en trabajar sobre las vacunas del covid, según, y que por eso no le daban prioridad a esto”, agregó.

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La hija de Viridiana Herrera nació en octubre de 2020, pero recibió la vacuna BCG, indicada en los recién nacidos para prevenir la tuberculosis, hasta mayo de 2021.

La hipótesis de la enfermera podría ser cierta. Aunque en 2020 y en 2022 se registraron aumentos significativos en los presupuestos anuales del Programa Nacional de Vacunación –que incluye vacunas de todo tipo y para todas las edades–, el incremento estaba enfocado en la compra de vacunas contra Covid-19, explicó Judith Méndez, experta en salud y finanzas del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).

“Los aumentos tenían mucho que ver con la compra de vacunas de covid, pero no con la atención del resto de las enfermedades y, por supuesto, también de prevención, como son las vacunas”, detalló.

Incluso, en 2021 el presupuesto aprobado para el programa de vacunación fue de 2,233 millones de pesos, 16% menos, en términos reales, que lo ejercido en 2016, cuando fue de 2,678 millones de pesos, agregó la experta.

“El riesgo es que, para los siguientes años, podría ser más probable que viniera un recorte y, la verdad, es lo que estamos temiendo. Si en pandemia los aumentos fueron solo asociados a covid, no veo ahorita de dónde podrían aumentar el presupuesto”, señaló.

Pese a esto, los especialistas consideraron necesario que los infantes regresen a clases presenciales porque la pandemia generó un grave rezago en su aprendizaje y es necesario atenderlo.

La experta de Save the Children dijo que las niñas y niños sin alguna vacuna todavía pueden acudir a su centro de salud a reforzar su inmunización.

“Que las niñas y niños regresen presencialmente a las escuelas les ayuda a fortalecer diversas herramientas, no solo en términos académicos, sino en la parte socioemocional, que está siendo un reto y que también afecta su salud. Si no están sanos emocionalmente, tampoco pueden aprender”, dijo la especialista.

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