México apuesta por un sistema unificado de salud y homologar la atención
Desde lo legislativo, se prevé una iniciativa que coordine y garantice la asistencia en salud, en tanto que desde la OPS junto con Salud e IMSS se propone crear centros de coordinación.
Con cuatro décadas operando con sistemas fragmentados, la atención en salud en México debe transitar hacia la homologación de los servicios en los distintos institutos para garantizar este derecho, principalmente para quienes no cuentan con seguridad social, coincidieron, funcionarios, legisladores y especialistas en temas de salud, durante el Encuentro Expansión.
Al participar en en encuentro titulado “El compromiso de la salud pública en México”, el titular del IMSS, Zoé Robledo, señaló que esa es la tarea que lleva el IMSS y su componente comunitario (IMSS-Bienestar) a fin de que las personas tengan un mismo nivel de atención.
“Lo que se busca es tener una cobertura idéntica en todos los lugares”, señaló funcionario federal al explicar que este modelo, en el que se trabajó durante nueve meses, tiene la flexibilidad de crecer cuando es necesario, lo que está permitiendo que toda la población sin seguridad social tenga una cobertura y una calidad similar a la que se brinda en el Seguro Social.
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En esto se refiere al proceso de centralización que se está llevando a cabo en el país con convenios entre estados y el IMSS-Bienestar, ya firmados en al menos 15 entidades, para que el gobierno federal retome la rectoría de la operación y atención de los servicios de salud que se perdió en los años 80 cuando se trasladó a lo local esta facultad.
“¿Qué estamos haciendo ahora? para ponerlo en una sola línea, es el proceso inverso: centralizando esa parte de la atención médica que hoy tienen los estados (…)hemos estamos empezando a trabajar en que ese modelo de atención sea el mismo en todo el país como un mínimo indispensable de lo que tiene que hacer una unidad sobre todo en segundo nivel”, dijo.
El proceso que estamos haciendo primero pasa por un elemento: el acuerdo con gobiernos de los estados, no hay una reforma de ley que esté obligándolos a decir ‘ya no tienes concurrencia en atención médica’, y con los convenios se está cediendo esa parte al IMSS-Bienestar.
Zoé Robledo, titular del IMSS.
Desde el año pasado se inició el proceso de centralización de los servicios en Nayarit, al que se sumaron Tlaxcala y Colima, tres de los estados más avanzados en la aplicación del modelo.
Este programa, que es la puesta más importante en salud del gobierno federal luego de la emergencia sanitaria por la pandemia, fortaleció su presupuesto para este 2022 al pasar de 13,607.6 millones de pesos en 2021 a 23,689.9 mdp este año.
La presidenta de la Comisión de Seguridad Social en la Cámara de Diputados, Ivonne Cisneros Luján, consideró un acierto que la institución guía para revertir el proceso de centralización que se dio en el país sea el IMSS, al señalar que históricamente tiene mayor normatividad y presencia territorial.
“Es la institución más fortalecida, históricamente es la más institucional en sus procesos, su disciplina, prestigio, a pesar del golpeteo financiero, por lo hay que había que encontrar la manera no solo legal sino operativa de cómo hacerlo, y la ventana hoy, porque está dentro, es el IMSS-Bienestar, porque es la parte que legalmente tiene posibilidad de atender a población abierta”, dijo.
Es muy difícil hacer la reversión solo decreto, implica todo un proceso de reorganización y no va a ser en el corto plazo revertir esto y volver a una visión de derechos y rectoría de la Secretaría de Salud.
Ivonne Cisneros Luján, diputada federal.
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El reto del financiamiento
El titular del IMSS insistió en que este proceso de centralización, independientemente de su financiamiento, tenía que empezar con homologar la atención, pues aunque haya recursos disponibles para salud, en este momento, sin ese proceso, se financiarían 32 sistemas locales que reproducirían la desigualdad actual.
Héctor Peña Baca, socio fundador en Blutitude Health Care Intelligence, reconoce que el “reto es enorme” cuando se habla de homologar coberturas o un tener un sistema unificado, lo que no es lo mismo que universalidad.
El reto es mayúsculo cuando hablamos de homologar, lo que estamos implicando es subir las coberturas bajas a nivel de IMSS ordinario.
Héctor Peña Baca, socio fundador en Blutitude Health Care Intelligence.
Para el especialista en finanzas públicas y políticas de financiamiento de sistemas de salud, esta tarea no es fácil no solo por la parte financiera, sino también por las enormes diferencias geográficas y desigualdades entre las entidades, por lo que advirtió que la tarea “va a llevar tiempo”.
“Todo esto requiere consensos políticos con todos los sectores, aun si descartamos una reforma fiscal inmediata, yo creo que no hay mucho que buscar, de todas formas requiere consensos, que todo mundo sepa a dónde va y que vean que hay rumbo claro”, expresó.
Actualmente, la mayoría de los estados que firmaron convenios con IMSS-Bienestar son gobernados por el partido en el poder, Morena, por lo que ha sido más fácil llegar a consensos.
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La analista política Viri Ríos enfatizó que para crear un sistema universal o unificado requiere de presupuesto, y si ya se dijo que no va a haber reforma fiscal, es necesario que se planteé de dónde saldrán los recursos para llegar al anhelado 6% de PIB destinado a salud que propone la Organización Mundial de la Salud, sobre todo cuando para las familias mexicanas el médico de cabecera, en su mayoría, son los consultorios adyacentes a farmacias.
El asesor internacional en servicios y sistemas de salud de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Armando De Negri Filho, explicó que una línea de clave que están trabajando desde la OPS y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), es instalar el tema de la salud como un frente de expansión económica.
“Ver al sector salud como parte de la economía, si pensamos de esta manera el debate sobre el presupuesto deja de ser un punto meramente de gasto y pasa a ser un punto de inversión para el desarrollo”, dijo.
Avanzar hacia un sistema unificado
Asimismo, la diputada Cisneros Luján adelantó que están trabajando en una iniciativa de Ley de Coordinación y Continuidad de Asistencia en Salud, con la que se encamine esta estrategia de IMSS-Bienestar que se está llevando a nivel federal.
“Es la alternativa en algunos países a sistemas fragmentados en tanto se logra sistema único”, explicó al recordar que actualmente no hay obligatoriedad de las entidades de sumarse a esta estrategia de centralización y todo ha sido por convencimiento.
La legisladora de Morena detalló que en esta ley, con la que buscan “mirar para adelante”, se reconoce la fragmentación, se explica cómo será la coordinación, así como el papel de todas las instituciones públicas e instrumentos. Entre los cinco puntos más importantes están:
Homologación de guías de práctica clínica, que significa ponerse de acuerdo de cómo debe ser la atención.
Un tabulador único.
Sistema único nacional de medicamentos, que en tiempo real que permita saber en dónde está cada medicamento y que éstos pasen a ser un bien nacional y no de cada institución, en el que el IMSS “jugará un papel importante” porque lo proponen como rector de este mecanismo.
La implementación del expediente clínico electrónico.
La flexibilidad de movilidad del personal, es decir que sin perder patrón original y su afiliación original, puedan trasladarse.
El asesor de la OPS celebró la iniciativa pues comentó que estos puntos son los mismos que han estado discutiendo con el titular del IMSS, Zoé Robledo, y con el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, aunado a una iniciativa que están planteando, financiada por la OMS, para crear centros de coordinación de la atención, que servirían para regular las demandas de toda la población independientemente de su condición de afiliación.
“Lo que aparece en el ideal del presidente (Andrés Manuel) López Obrador, aunque él utiliza derechohabiente y no derechohabiente, es eliminar eso y crear en el imaginario el derecho a la salud, donde tenemos que hacer una tarjetita que diga soy afiliado sistema unificado de salud”, dijo al explicar que la idea es que estos centros se sirvan de las medidas que la ley propone y que todos pasen a tener un estatuto de derecho.
"Hay que entender algo de fondo, la seguridad social en sus varios institutos es una puerta giratoria. Yo la tengo cuando estoy formalmente empleado, y cuando salgo me quedo desprotegido y esta idea de un sistema unificado, eliminaría esta discontinuidad".
Armando De Negri, asesor de la Organización Panamericana de la Salud.
El proceso de transformación
El titular del IMSS recordó que de alguna manera la pandemia de Covid hizo que así funcionara la atención sanitaria, lo que dio el impulso para que se diera este paso con IMSS-Bienestar.
“Eso tuvo que ocurrir en la pandemia sin ningún instrumento legal, las instituciones tuvimos que atender una sola enfermedad y logró que se integrara todo el sistema de salud”, mencionó al resaltar el papel que tuvo la institución que él preside.
La institución que lo puede hacer (dar atención homologada a la población) sin una reforma de fondo ni a la Constitución ni a la Ley General de salud es ahorita el IMSS y en una coyuntura política apremiante.
Zoé Robledo, titular del IMSS.
De Negri coincidió que este este tipo de transformación siempre tiene baches, pero tiene –en su periodo– garantizar el punto de no retorno, lo que no quiere decir que todo va a estar completo y resuelto, pero consideró que México tiene los elementos para hacerlo.
“Hay que instalar en lo simbólico la presencia de este nuevo ente, este nuevo sistema unificado, que no va a dar todas las respuestas ahora, pero va a generar la confianza de que eso va a pasar; en el imaginario, cobrar una aspiración, ser una aspiración social, y en lo real, responder a las cosas más inmediatas y contingentes”, afirmó.
Por su parte, Peña Baca celebró que se estén tocando estos temas pues serán prioritarios en la próxima administración en 2024, sobre todo cuando en México los servicios de salud están vinculados al mercado laboral, lo que deja a 37.5 millones sin derechohabiencia.
“El tema de federalismo será un tema central que tenía décadas que no había sido abierto; el financiamiento de la salud en el país (…) es parte de la discusión que viene, cómo debe ser hacia el futuro la fuente de financiamiento, puros impuestos generales o necesariamente va a seguir coexistiendo el impuesto a la nómina (…) y el tercer tema es pasar de un sistema curativo o un sistema donde vaya dándole más importancia a la prevención, también es un tema que viene y sumamente importante en el sentido de la sostenibilidad financiera de un sistema que solamente reacciona a las necesidades de atención médica”, alertó.