El IMSS-Bienestar no es un programa nuevo, sino que es parte de una estructura que ha existido por más de 40 años con distintos nombres. Actualmente, cuenta con 80 hospitales distribuidos en zonas de alta marginación. Estas unidades son las que se busca ampliar a 200 en tres años. Oficialmente, brinda atención a 11.6 millones de personas, cuando en 2020 eran 12.3 millones, de las cuales 4.5 millones eran indígenas.
A partir de marzo de 2020, el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) –el sistema que creó que el gobierno actual para dar atención médica y medicamentos gratuitos a personas sin seguridad social–, el IMSS y el IMSS-Bienestar firmaron un convenio para fortalecer el acceso a servicios de salud para la población que atiende el IMSS-Bienestar, con el que el Insabi apoyará en la contratación de médicos y enfermeras, así como en la adquisición de medicamentos.
“Con este convenio se avanza en la construcción de un sistema de salud que garantiza el derecho humano a la salud para todos los mexicanos y mexicanas sin seguridad social”, señalaron las dependencias en un comunicado.
Para el consultor en política públicas Xavier Tello, es importante tener en presente que el IMSS-Bienestar es un programa que termina bajo una tutoría del Insabi.
“Es el brazo ejecutor, el Insabi es el administrador del dinero, no tiene médicos ni hospital y trabaja con los servicios de salud de los estados, pero hay servicios que les faltan recursos y es donde existía el IMSS-Bienestar, pero al final quien dispone y ejecuta el dinero es el Insabi”, detalló en entrevista.