Sometido a un desgaste por denuncias de corrupción en su contra y la exhibición de conversaciones privadas, el dirigente Alejandro Moreno ha afirmado que nunca le ha pasado por la mente dejar la presidencia del PRI, la cual, presume, la ganó en las urnas en un proceso interno.
La postura de Moreno no coincide con las acciones de otros dirigentes que van desde la decisión de quedarse, pese a la ruina electoral, o la dimisión con mensajes como: “tuvimos un tropiezo electoral, pero no una derrota política” de Manlio Fabio Beltrones, hasta: se requiere “entender la lección de la elección”, de René Juárez Cisneros.
En la historia del tricolor, de 93 años, el partido acumula 51 presidentes de Comité Ejecutivo Nacional (CEN) –incluyendo la etapa como PNR. La mayor parte de esos dirigentes fue impuesta por el presidente de la República en turno, pues era considerado el “primer priísta del país” en tiempos en que era el partido dominante, pero sus salidas del cargo se han debido a diversas causas, no siempre al mandato presidencial.
Por ejemplo, Luis Donaldo Colosio, quien dirigió al PRI hasta el 13 de marzo de 1992, se fue para integrarse al gabinete del entonces presidente Carlos Salinas, como secretario de Desarrollo Urbano y Ecología.
Pero Genaro Borrego, líder priísta hasta el 30 de marzo de 1993, salió obligado por el escándalo del “pase de charola” entre empresarios que buscó recaudar 75,000,000 de pesos para las campañas presidenciales de 1994. O bien Fernando Ortiz Arana, quien renunció a la dirigencia tricolor el 13 de mayo de 1994 para contender por el gobierno de Querétaro.
Las renuncias más mediáticas han sido las orilladas por la derrota electoral. Pero no todas las debacles han conducido a la dimisión.
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Hasta ahora, el PRI ha sido derrotado en forma importante en tres procesos presidenciales: 2000, 2006 y 2018 y la forma de recomponerse fue la salida inmediata de sus dirigentes pero sólo en los dos últimos procesos.
Además, ha habido salidas por crisis internas en 1995, la de María de los Ángeles Moreno –quien sufrió el impacto de que el PRI perdiera la mayoría en el Congreso- 2007, y en 2016, en que salió Manlio Fabio Beltrones tras ser derrotado en 7 estados.
Ante todo, sobrevivir
En el caso de la primera derrota presidencial, la de 2000, fue por sobrevivencia que el PRI decidió mantener a su presidenta, Dulce María Sauri, bajo cuyo liderazgo el tricolor sucumbió ante Vicente Fox, candidato de la Alianza por el Cambio, integrada por Acción Nacional (PAN) y Partido Verde (PVEM); en ese año el tricolor perdió además las gubernaturas de Chiapas y Morelos.
Tras largos debates internos entre la conveniencia de la salida de la presidenta o evitar riesgos de más fisuras, al final, en febrero de 2001 el Consejo Político Nacional (CPN) ratificó a Sauri Riancho, quien había heredado de José Antonio González Fernández la dirigencia. Unos meses más adelante el PRI perdió Yucatán, el estado natal de la dirigente y de la que fue gobernadora de 1991 a 1994.