El desplegado de los mandatarios se da en un escenario en el que Moreno se encuentra en Ginebra, Suiza, como parte de su gira internacional para denunciar la “persecución” de la que, acusa, es objeto, con la difusión de audios de sus conversaciones, denuncia en su contra y cateo a su casa, ocurrido el lunes.
En su posicionamiento los exmandatarios le demandaron: “Creemos que hay que escuchar y, sin dilación, dar una respuesta objetiva a sus planteamientos”.
Entre otros, los exgobernadores firmantes son Jesús Aguilar Padilla de Sinaloa, Fernando Baeza Meléndez de Chihuahua, Miguel Borge Martín de Quintana Roo, Benjamín Clariond Reyes-Retana de Nuevo León, Armando López Nogales de Sonora, Enrique Martínez y Martínez de Coahuila, Patricio Martínez García de Chihuahua, Marco Mena Rodríguez de Tlaxcala, Guillermo Mercado Romero de Baja California Sur y Alejandro Tello Cristerna de Zacatecas.
“Estamos convencidos, por el bien del partido, que es tiempo de considerar una pronta renovación de la dirigencia actual, de convocar a una revisión a fondo de los documentos básicos, de contar con una nueva narrativa de Proyecto Alternativo de País y de replantear estrategias que permitan fortalecer nuestras capacidades para competir con éxito en los procesos electorales que vienen. Aún es tiempo de reposicionarnos para participar con activos suficientes en alianza o coalición”, expusieron.
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En su desplegado se dijeron “profundamente preocupados” por lo que ocurre en el PRI y dados los resultados de las elecciones de estos últimos años, “que nos han llevado a perder 19 gubernaturas y además posiciones importantes de representación popular en los niveles federal y local de gobierno, nos obligan a hacer un alto en el camino para realizar un examen a fondo del rol y la misión que el partido y su dirigencia deben desempeñar en este momento”.
La solidaridad con los expresidentes de ese partido se debe a que habrían acordado con Moreno Cárdenas una ruta para replantear la estrategia y organización internas con vistas a 2024, pero el dirigente habría incumplido su palabra.
Y ante las circunstancias del PRI, que ya no son las de partido mayoritario, “la dirigencia nacional está más obligada que nunca a ejercer una dirección abierta, democrática, transparente e incluyente, que coloque el interés superior del partido por encima de personas o grupos y que genere amplios consensos, adentro y fuera de nuestra organización”, expresaron.