Al cierre de la casillas, el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas “Alito”, festejó con el priista Esteban Villegas, virtual gobernador de la entidad con más del 54% de los votos. Pero en esta ocasión, a diferencia de cuando ostentaba el reconocimiento de "partido hegemónico", pudo ganar de la mano del PAN –partido en el poder en la entidad– y el PRD.
En entrevistas, Moreno Cárdenas señaló que la coalición es potente, pero reconoció que hay que afinar la estrategia y empezar a trabajar ya en la elección del Estado de México y Coahuila, los dos estados en los que aún gobierna y que tendrán cambio de gobierno en el 2023. Y sobre todo hacia 2024, año en el que podrían llegar con solo un estado bajo sus siglas.
“Creo que la coalición tuvo la oportunidad de demostrar que tenemos capacidad, que tenemos proyecto, que vamos juntos”, dijo en entrevista con Noticieros Televisa, en tanto que en Radio Fórmula afirmó: “claro que hay tiro para el 2024 y les vamos a ganar la presidencia de la República”.
No obstante a las frases triunfalistas, con “Alito” en la dirigencia el PRI ha perdido 10 estados a manos de Morena y sus aliados, en los últimos tres procesos electorales y recuperado solo uno. En 2019, cuando él asumió la presidencia del CEN, el PRI gobernaba en 12 entidades, ahora solo en Durango, Estado de México y Coahuila.
En 2016, el PRI perdió seis estados en manos de sus ahora aliados del PAN (Aguascalientes, Chihuahua, Durango, Quintana Roo, Tamaulipas y Veracruz), y recuperó Oaxaca, que estaba gobernada por Gabino Cué, de Movimiento Ciudadano, lo que fue suficiente para que el entonces líder Manlio Fabio Beltrones renunciara.
Entonces, Enrique Ochoa , exdirigente de la CFE, asumió la tarea de dirigir al partido rumbo a las elecciones de 2017 y las presidenciales de 2018, en medio de altos niveles de inseguridad y de corrupción. El líder renunció antes de concluir la campaña de José Antonio Meade para darle oportunidad a un priista de cepa, René Juárez , de multiplicar esfuerzos. Los resultados no fueron positivos, pues obtuvieron la votación presidencial más baja en la historia del partido y la casi desaparición de los priistas en el Congreso de la Unión. Entonces, también renunció el hoy difunto René Juárez al frente del partido y Claudia Ruiz tomó las riendas hasta que “Alito” asumió.