“El suelo más sólido que ha tenido el PRI es el Estado de México, desde ahí se reconstruyó, y desde ahí podría nacer un proyecto de reconstrucción nacional, pero si no lo tiene, entonces la posibilidad de recomponerse es prácticamente nula. Perderlo no sólo será un golpe electoral sino político”, afirma Benedicto Ruiz Vargas, analista político.
El Estado de México es la joya de la corona de cualquier elección por lo que representa cuantitativa como cualitativamente. En los 22,499 kilómetros cuadrados que componen esa entidad habitan 17 millones de mexicanos, de los que 12 millones 247,064 votan (13.1% de la lista nominal nacional). Esa entidad suele otorgarle alrededor de 15% de los votos al candidato a la presidencia ganador.
Por ejemplo, López Obrador obtuvo 4 millones 373,267 de votos en el Estado de México (14%) de los 30 millones 113,483 que recibió a nivel nacional; Peña Nieto 2 millones 966,110 de los 19 millones 158,592 que votaron en el país (15%).
Cualitativamente ese estado es significativo porque es uno de los pocos bastiones que conserva el Revolucionario Institucional y porque fue en esas tierras donde el partido se replegó y reconfiguró para volver a la Presidencia de la República tras salir de Los Pinos en 2000.
En el Estado de México también nació quien se convertiría en el presidente 64 de México, Enrique Peña Nieto, y es esa entidad cuna del Grupo Atlacomulco, asociación de políticos afiliados al PRI y que fue fundadada por Isidro Favela, aunque su líder fue Carlos Hank González, creador de la frase “un político pobre, es un pobre político”.
“Morena busca desarticular el último bastión del PRI y también de la fuerza que le queda al PAN, porque el Estado de México tiene muchos municipios gobernados por Acción Nacional. Si la oposición pierde el Estado de México habrá una sensación de derrota catastrófica tanto el PRI como el PAN, creo que esa es la pretensión de Morena y del presidente López Obrador”, asegura Ruiz Vargas.
Sabedores de lo que significa el Estado de México para el PRI, tres de los precandidatos presidenciales, el líder nacional de Morena Mario Delgado, miles de simpatizantes y militantes se reunieron este domingo 12 de junio en la capital de la entidad para dar el banderazo de salida rumbo a las elecciones de 2023 y 2024.