Esta es la primera vez en años que los exlíderes priistas reaparecen en la sede del partido durante una coyuntura electoral, esta vez motivados por lo que llamaron "situaciones complejas e incluso, la adversidad".
Desde el arribo de Moreno Cárdenas al PRI en 2019, ese partido ha sido derrotado y ha perdido 12 gubernaturas, las más recientes el pasado 5 de junio: Hidalgo y Oaxaca.
Por eso, el sábado pasado en sus redes sociales, los exlíderes priístas le solicitaron un encuentro, que el mismo Moreno aceptó y le puso fecha para hoy. "No es la primera vez que atravesamos situaciones complejas e incluso, la adversidad. Hoy nuestro partido, el Revolucionario Institucional transita por un momento especialmente delicado, de cuya atención, evolucion y solución dependerá su futuro", escribieron los exdirigentes en su llamado.
Abundaron: "Es momento de sumar, de debatir y sobre todo, de reflexionar, por lo que en virtud de los últimos acontecimientos que atañen a nuestro instituto político y que sin exagerar pueden ser determinantes para su futuro. Como militantes comprometidos y preocupados por la fortaleza y vigencia de nuestro partido, le solicitamos que al a brevedad podamos tener una reunión para tratar estos temas".
El plan B: el apapacho
A su salida del encuentro, en el que –aclaró– los expresidentes priistas hablaron cada uno por sí mismo, no son “un grupo” de expresidentes, ya tenía listo un escenario B, de respaldo, por si acaso.
En la planta baja de la sede tricolor, en el salón de usos múltiples, ya lo esperaban los dirigentes de ese partido en las 32 entidades del país, además de legisladores federales, quienes lo recibieron con porras “¡Alito!, ¡Alito!” y él se dejó querer.
El PRI hace autocrítica, no flagelación”.
Alejandro Moreno, dirigente nacional del PRI
Los dirigentes estatales fueron citados desde las 11:00 horas y dado que el cónclave de exlíderes nacionales se prolongó, hubo tiempo para que los 32 líderes locales tomaran la palabra.
"¿En dónde estamos?" y "¿A dónde vamos?" se titularon las ponencias expuestas, mientras arriba, en sus oficinas privadas, Moreno Cárdenas departía con sus predecesores. Esta reunión de respaldo cerró con la firma de un “manifiesto y fotografía de la unidad”.