"Condiciones jamás hubo —tal vez las mínimas—, pues la escuela no tenía recursos económicos para la adquisición de gel antibacterial, pago de servicios —teléfono, recolección de basura, internet—, sanitizante, pago de conserjería. Se requirió además, el apoyo de los padres de familia para limpieza profunda de la escuela; sin embargo, no todos estaban en la disposición de participar, porque no deseaban enviar a sus hijos a la escuela", cuenta Emma Chávez.
La maestra refiere que las principales autoridades encargadas de garantizar el regreso seguro, como la propia SEP, dejaron esta carga de trabajo a directivos, docentes y padres de familia. "Que fuéramos nosotros quienes busquemos soluciones, acciones y recursos económicos", expresa.
Tabata Cortés recuerda que cuando apenas se retomaban las clases presenciales, la asistencia era baja, por lo que las medidas sanitarias en ese momento eras las adecuadas, pero luego vino la presencialidad al 100% y, con ello, la temporada de calor y la relajación de las normas.
"Actualmente ya contamos con el plantel casi lleno, si a caso faltará el 2% o menos de los alumnos (en presencial), entonces es complicado mantener la sana distancia, y el calor también es un problema porque tener el cubrebocas ya les llega a molestar (a los alumnos). Aunque cada docente intenta hacer que existan las condiciones adecuadas en cada salón, es complicado", expresa la profesora.
En el caso del bachillerato, o al menos en la institución donde trabaja José Carlos Severiano, los grupos siguen entrando a las aulas de forma escalonada: "a los chicos los estoy viendo (en el salón de clases) una semana sí, una semana no, y así de manera alternada y solo la mitad del grupo", menciona.
El docente destaca que, en cuanto a la deserción escolar, fue una constante durante la emergencia sanitaria, pero en la actualidad sus alumnos se han ido reintegrando casi en su totalidad."Tengo un grupo ligeramente más pequeño que comparado con antes de la pandemia. Yo creo que estamos iguales, porque regresaron los chicos que durante la pandemia sí abandonaron los estudios", señala José Carlos.
Hasta medios de 2021, se tenía que alrededor de 5.2 millones de estudiantes dejaron las aulas por motivos asociados a la pandemia y falta de recursos, dando como resultado que uno de cada 10 estudiantes no se inscribiera en el ciclo escolar 2020-2021, de acuerdo con la última Encuesta para la Medición del Impacto COVID-19 en la Educación (ECOVID-ED), del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y publicada en marzo de 2021.