"Es positivo que los niños avancen en fases, que se vayan a desdibujar las asignaturas, porque se podrá trabajar por proyectos o por un modelo situacional que ponga a los niños en una condición de unir varios aprendizajes y que esto les permite entender más claramente cómo los contenidos se aplican en la vida. Pero, ¿qué elementos de observación se tomarán en cuenta para que avance a la siguiente fase? Se van a eliminar las calificaciones mientras el sistema de evaluación no queda claro", indica Patricia Ganem.
La investigadora considera que antes de la implementación de este modelo debe haber un programa piloto, es decir, aplicarlo en algunas escuelas de diferente modalidad y en diferentes niveles educativos para conocer sus virtudes o los aspectos que se deben perfeccionar.
Mientras se pilotea el modelo, el segundo paso tendría que enfocarse en recuperar a los más de tres millones de niñas, niños y adolescentes que abandonaron sus estudios a partir de la emergencia sanitaria. Sobre esto se requerirá un diagnóstico de los aprendizajes perdidos.
Y el tercer paso debería ser mostrar con claridad el material educativo que se empleará, cómo va a ser el sistema de evaluación, cómo será el proceso de formación de los maestros y, sobre todo, cómo se coordinarán las fases de aprendizaje con la educación superior.
¿Qué va a pasar si el niño va atrasado en matemáticas o en lo que llamamos ahora el campo formativo de pensamiento?
Patricia Ganem
Las prioridades educativas son otras
Luis Arturo Bravo Solis lamenta que el proyecto educativo que propone la SEP no está enfocado en enfrentar la deserción y la pérdida de aprendizajes, entre otras consecuencias de la pandemia de COVID-19.
"Existe un atraso muy significativo en los aprendizajes,sobre todo en asignaturas básicas como español, ciencias y matemáticas, el abandono escolar se acentuó significativamente, y bajo estas circunstancias es que plantea un modelo educativo que no tiene claridad. Las prioridades son otras, ¿no habría que enfocarse en más recursos para recuperar lo perdido en la pandemia?", cuestiona.
Patricia Ganem coincide en que un nuevo modelo educativo como el que se propone en el contexto actual está "fuera de lugar" e implica un doble esfuerzo para los docentes.
"Me parece que vamos a someter a los maestros a aprender una nueva metodología, que sí son capaces, pero volvemos a caer en la dinámica de decir 'ya traemos rezago, hay niños que no han regresado a la escuela, y aún así nos van a dar nuevos dar materiales'. La inquietud es justamente sobre el contexto actual", indica la investigadora.
El cambio de modelo, pasar de grados a fases, ¿cómo va a mejorar al aprendizaje de los alumnos?
Luis Arturo Bravo Solis