#CRÓNICA | La vida universitaria resurge tras pandemia de COVID
A dos años de la pandemia, el campus central de la UNAM comienza una etapa de recuperación de actividades y con ello busca recobrar, de una manera segura, la vida antes de COVID.
En los más de cinco kilómetros que abarcan Las Islas, en Ciudad Universitaria, jóvenes buscan el mejor lugar para tomar clases virtuales, para sentarse o acostarse a leer o escuchar música, otros forman pequeños grupos para platicar. Algunas de las conversaciones giran en torno a sus vivencias durante la epidemia de COVID-19 que cumple ya dos años en el país y ha sumado más de 318,000 decesos.
Michelle Flores, camina por Las Islas con un folder dorado en su brazo. Lo destapa y le pide a una de sus amigas que le tome una fotografía frente a la Biblioteca Central, que diariamente es visitada por turistas y guías que cuentan la historia del emblemático edificio y la obra pictórica de Juan O'Gorman que la cubre.
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Con una gran sonrisa, muestra su título universitario que la acredita como licenciada en Sociología, documento que obtuvo con más de ocho meses de retraso debido al cierre de las oficinas administrativas por la pandemia y con varios problemas burocráticos.
“Era ir a mi facultad (en la FES Aragón), venir a Ciudad Universitaria, enfrentar el cierre de la facultad por la pandemia y los documentos que se encontraban distribuidos en ambos campus. Tenía que ir de un lado a otro y los tiempos no eran los mismos”, cuenta sobre su travesía.
Hoy Michelle siente satisfacción y alivio por tener sus documentos oficiales en la mano. La joven relata que los últimos dos años de su carrera fueron un reto como alumna, ya que llegó a estar frente a una computadora hasta 14 horas diarias para tomar clases, cursos y realizar su tareas.
La UNAM fue una de las primeras instituciones educativas en cerrar sus espacios debido a la epidemia. Desde los primeros meses de 2020, cuando se suspendieron las actividades consideradas no esenciales, la vida en Ciudad Universitaria no fue la misma.
Ahora, a 24 meses de eso, la vida académica y social está resurgiendo. Los diversos estacionamientos públicos dentro y fuera del campus lucen letreros con la leyenda “lugares disponibles” cuando anteriormente, era complicado o casi imposible hallar un espacio. En Las Islas convergen personas que juegan ajedrez, practican deporte como voleibol, entrenan fútbol americano o danza aérea.
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El cuerpo necesita moverse
El túnel que conecta el Estadio Olímpico de CU con Las Islas se convirtió en escenario para la práctica de danza aérea al aire libre. Cynthia Solares, instructora de esta disciplina realiza movimientos a más de metro y medio de altura con los pies y brazos enredados en una tela rosada.
La joven explica que la pandemia puso a prueba la necesidad que tiene el cuerpo de moverse, pues ahora, sus alumnos regresaron con más ganas de hacer cosas nuevas y practicar esta disciplina.
“Se hizo una pausa durante la pandemia en todos los aspectos, pero hoy tenemos la oportunidad de estar aquí al aire libre y retomar las actividades, no podemos parar, nos seguimos cuidando, entremos con el cubreboca, aunque estemos en un espacio abierto, pero es una necesidad de hacer actividades”, cuenta.
Flor Ivonne Quezada, compositora de temas como Belleza de Cantina de Los Cardenales de Nuevo León y No Me Conoces Aún de Palomo, es una de sus alumnas. Ella recuerda que conoció la danza aérea al ver practicar a su instructora cuando aún la UNAM estaba desierta, por lo que aprovechó la pandemia para ponerse en forma e iniciar en esta disciplina.
Ambas practican ante la mirada de decenas de personas, incluso cuando el Sol en Ciudad Universitaria cae a plomo y la temperatura a mediodía oscila en los 27 grados.
Días atrás, el pasado 21 de febrero, la UNAM emitió un comunicado para informar que debido al descenso de los contagios de COVID-19 en todo el país, las distintas escuelas y facultades podrán retomar sus actividades de manera gradual dependiendo de las decisión que tome cada uno de los consejos técnicos.
Con el anuncio se van dibujando estas escenas y se ve más gente atravesando las icónicas Islas de CU, aun cuando en algunos centros no han retomado sus actividades cotidianas.
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Salud física y mental, lecciones de pandemia
Jaime Román es estudiante de Economía y aunque oficialmente esta facultad no ha iniciado clases presenciales, él y dos amigos más se reunieron en Ciudad Universitaria para entrenar fútbol americano. En un espacio abierto y con música de fondo, los jóvenes realizan ejercicios de resistencia cardiovascular.
A dos años de la pandemia, Jaime no forma parte de los más de 5.6 millones de contagios que se registran en el país. Él considera que se debe a que ya tiene su esquema completo de vacunación y porque antes y durante la epidemia ha tenido una vida activa en deporte y buena alimentación.
“Procuré evitar el sedentarismo, hice ejercicio en mi casa, salté cuerda, creo que sí hace muchísimo la diferencia mantener una vida saludable, la pandemia nos vino a dar esa lección, la salud mental también es fundamental”, comenta.
No solo el cuidado de la salud mental sino las actividades sociales y académicas fueron motivo constante para que el presidente Andrés Manuel López Obrador llamara a la comunidad universitaria a regresar a las aulas de manera presencial desde octubre pasado. ”Avívense”, dijo en una conferencia matutina.
Pero fue hasta que la UNAM consideró que el descenso de la actividad epidémica, tras la cuarta ola que disparó récords de contagios, y el aparente inicio del proceso de remisión, que llamó a las entidades académicas a incrementar gradualmente la presencia en los centros educativos, aunque enfatizó que “es preciso permanecer alertas, cuidarnos y observar todas las medidas preventivas”.
Aunque no todas las escuelas y facultades han regresado a las aulas, en Ciudad Universitaria, cada vez se nota un movimiento mayor de alumnos, profesores y personal administrativo –sobre todo en los espacios al aire libre– muy distinto al panorama que se observaba en 2021 cuando toda actividad fue suspendida y el campus lucía completamente vacío.