El gobierno mexicano se negó a pedir préstamos y crear programas para apoyar a la población afectada por la crisis económica generada por la pandemia de COVID-19. También, ha insistido en que México ha salido bien librado, en parte, gracias a las remesas provenientes de Estados Unidos.
Sí hay un contexto de pandemia (...) eso no se puede ignorar (...), pero también es cierto que el gobierno tomó la estrategia de no hacer nada".
Máximo Jaramillo-Molina, director del INDESIG.
No obstante, para especialistas, no se trata de una acción atribuible al gobierno mexicano, sino que gracias a que otros países han apoyado a los ciudadanos, estos pudieron enviar dinero a sus paisanos.
“Los 45,000 millones de dólares, si lo pasas a pesos, es mucho más que los programas sociales”, considera Enrique Cárdenas, quien dirige la organización Signos Vitales, al referir que las familias han tenido que buscar con sus propios medios cómo sobrevivir ante la falta de políticas adecuadas.
El experto expone que si la economía no crece, no se puede disminuir la pobreza de manera sostenida, y aunque este problema no es exclusivo de la actual administración, se ha acentuado.
“La falta de crecimiento no solamente ha sido causada por la pandemia, sino también por la falta de políticas adecuadas”, señala al enfatizar que no solo la pobreza ha aumentado, sino también las carencias en rubros fundamentales como salud y educación.
A decir del especialista, en ese panorama, la gente más vulnerable no tiene alternativas y depende del sector público, lo que va a terminar “lastimando la escalera de la movilidad social” con secuelas a largo plazo.
Enrique Cárdenas, director Signos Vitales, expone que la pobreza es el problema que la economía no ha resuelto. "Ha habido una persistencia (del fenómeno) desde hace mucho tiempo, lo que estamos viendo es que no solamente no se ha avanzado, sino que se ha ido para atrás", sostiene.