Fernando Nieto sugiere que la corrupción debe convertirse en un "mirador pedagógico" y de largo plazo, que permita a la ciudadanía, por ejemplo, saber qué es el derecho a la información y cómo lo pueden ejercer para evitar convertirse en víctimas de corrupción.
"La corrupción no se acaba en un año ni por decreto, sino que son procesos largos a los cuales tenemos que invertirle como país", expresa el investigador.
Una de las herramientas que El Colegio de México abrirá es el Diplomado en análisis y control de la corrupción nivel subnacional , cuyo objetivo, cuenta Fernando Nieto, es abandonar la lógica de los "grandes golpes", pensar a la corrupción como problema cotidiano, y sobre todo, que sucede con mayor frecuencia en los municipios.
Índices y costo de la corrupción en México
De acuerdo con el INEGI, la tasa de incidencia de la corrupción es muy cercana a la de la incidencia delictiva: 30,456 actos de corrupción por cada 100,000 habitantes, frente a 33,659 delitos por cada 100,000 habitantes.
En 2019, el costo a la población mexicana por actos de corrupción al realizar pagos, trámites, solicitudes de servicios públicos o por otros contactos con autoridades, ascendió a 12,770 millones de pesos.
Para dimensionar las prácticas desde lo cotidiano, el Colmex encontró que el costo promedio de una "mordida" fue de 3,822 pesos por persona,
Además, el Índice de Percepción de la Corrupción sugiere que México se ha estancado en la lucha anticorrupción: en 2020, el país obtuvo 31 puntos sobre 100. La puntuación media regional es de 43 puntos.
Mientras que en el Índice de Capacidad para Combatir la Corrupción —que evalúa y clasifica a los países según la eficacia con la que pueden combatir sus fenómenos de corrupción—, México cayó tres lugares, por tercera vez consecutiva.
"En el actual gobierno, México ha tenido más o menos el mismo desempeño que en 2013, con algunos cambios marginales. Entonces, no están bien las cosas (en cuanto a combate de la corrupción)", concluye Fernando Nieto.