El combate a la corrupción ha sido la bandera del presidente Andrés Manuel López Obrador desde antes de iniciar su gobierno. Eso se vio reflejado en su Segundo Informe donde sentenció que su gobierno " no será recordado por corrupto ”.
En lo que lleva de su sexenio, se han realizado detenciones emblemáticas, como el caso de la exsecretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles, o el abogado Juan Collado y –con apoyo de corporaciones internacionales– se logró la captura y extradición del exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, y del exgobernador de Chihuahua, César Duarte.
A decir de especialistas, a pesar de estas capturas de alto nivel mediático, el gobierno de López Obrador aún no ha desarticulado redes de corrupción, ni el trabajo en la materia ha ayudado a "purificar la vida pública del país", pues la incidencia de estos actos de corrupción en la vida cotidiana de los mexicanos aumentó 19.2% de acuerdo con la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG 2019) del INEGI.