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El embrollo de Emilio Lozoya y sus declaraciones patrimoniales

La inconsistencia en sus declaraciones patrimoniales llevó a la SFP a inhabilitar por 10 años al exdirector de Pemex. Conoce qué pistas había en ellas.
mié 19 junio 2019 06:00 AM
Emilio Lozoya
JUICIO. Emilio Lozoya tuvo sus dos primeras audiencias desde el hospital, donde se encuentra por problemas de salud.

Una casa de 38 millones de pesos, cuentas bancarias en dólares, francos y euros, fueron algunas de las pistas en sus declaraciones patrimoniales que pusieron a Emilio Lozoya, el exdirector de Pemex inhabilitado del servicio público, en la mira de las autoridades.

Las irregularidades detectadas por la Función Pública tres años después de haber dejado la dirección de la petrolera mexicana, así como investigaciones por posibles actos de corrupción lo convirtieron en un prófugo de la justicia .

Si bien la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda realizó las investigaciones que condujeron a la orden de aprehensión contra Lozoya, sus declaraciones lo delataron.

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Las inversiones “infértiles” de Pemex y Altos Hornos de México en la era Lozoya

¿Quién es Lozoya?

El chihuahuense de 44 años es hijo de Emilio Lozoya Thalman, director del ISSSTE y secretario de Energía en el gobierno de Carlos Salinas de Gortari y nieto de Jesús Lozoya Solis, un cirujano, político, militar y empresario mexicano que fue gobernador interino de Chihuahua.

De acuerdo con Excélsior , pisó por primera vez una plataforma petrolera cuando tenía 19 años y terminó de estudiar la preparatoria en un internado en Alemania. Se graduó como economista por el ITAM y como abogado por la UNAM; cuenta con una maestría en Desarrollo Económico en la Universidad de Harvard.

La carrera política de Lozoya creció de la mano de Enrique Peña Nieto, de quien fue coordinador de campaña en 2012 y al llegar el priista a la Presidencia, lo nombró director de Pemex, cargo en el que se desempeñó hasta 2016.

En la administración pública, inició su carrera como oficial de Inversiones en el Banco de México. Ahí estuvo de 1999 a 2001. El siguiente puesto que ocupó fue el de coordinador de Asuntos Internacionales en el equipo de transición del expresidente Peña y luego saltó a Pemex.

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… Y en el sector privado

Antes de entrar en el servicio público, creó el fondo JFH SA, que funcionó de 2009 a 2012, donde se desempeñó como director ejecutivo y co-fundador, esta firma se encuentra en la base de datos de Panama Papers por haber sido intermediaria en transacciones de otras tres empresas.

En 2016, cuando se dio a conocer la filtración de expedientes del despacho Mossack Fonseca, el nombre de Emilio Lozoya salió a relucir. De acuerdo con la investigación del International Consortium of Investigative Journalists (ICIJ), el exdirector de Pemex intentó crear una empresa con la firma panameña vinculando operaciones en Dubai. Aunque no se sabe si la negociación se concretó, una copia del pasaporte de Lozoya se encuentra entre los archivos del despacho panameño.

Conoce más: Aclaraciones de algunos de los 11 mexicanos del #Panamapapers

Tras darse a conocer su vínculo, el exfuncionario negó alguna relación con Mossack Fonseca en su cuenta de Twitter.“Niego categóricamente haber registrado o creado empresa alguna en Panamá, o que haya tenido o tenga cuentas, bancarias en ese país”, expuso en la red social.

Previamente, trabajó como director en jefe para América Latina en el Foro Económico Mundial, de 2005 a 2009. Antes de eso fue oficial de inversiones en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

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¿Que encontró la SFP?

El 22 de mayo pasado, la Secretaría de la Función Pública (SFP), a cargo de Irma Eréndira Sandoval, giró instrucciones para inhabilitar a dos altos mandos de Pemex, uno de ellos era Lozoya, a quien le impusieron 10 años de impedimento para participar en la administración pública.

Una de las inhabilitaciones, por 10 años, es resultado de un cuidadoso procedimiento de responsabilidades administrativas en donde, entre otras cosas, se detectó que se proporcionó información falsa en la declaración de situación patrimonial. En dos ocasiones se omitió una cuenta bancaria que registraba saldos de cientos de miles de pesos”, señaló la dependencia en un comunicado.

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La declaración inicial de Lozoya empieza con siete cuentas bancarias, cuatro en dólares americanos, dos en francos y una en euros, cuatro meses después reportó ya ocho cuentas bancarias, pero desde entonces omitió el monto y la moneda de los saldos.

En 2014, reportó una cuenta más. Para 2015, registró 10 cuentas bancarias, de las cuales tres puso en venta. Finalmente, para 2016, ya no fue posible conocer el estatus de sus cuentas debido a que decidió no hacer públicos sus datos patrimoniales.

¿Qué hay en sus declaraciones?

Cuando entró al gabinete de la presidencia –de la mano– de Enrique Peña Nieto, Lozoya reportó ingresos mensuales por 722,000 pesos, de los cuales 148,000 eran por su función como director de Pemex, cargo que le fue encargado al tomar el priista el poder, mientras que 390,000 pesos provenían por su actividad industrial y comercial y 184,000 por su actividad financiera.

En esa declaración, que se conoce como inicial y la que todas las personas que ingresan por primera vez a un cargo público tienen que presentar, reportó haber comprado una casa de 1,165 metros cuadrados con superficie de 1,000 metros cuadrados construidos por un total de 38 millones 175,000 pesos que pagó de contado el 14 de noviembre de 2012, justo dos semanas antes de que Peña Nieto asumiera el poder.

Esta casa, es precisamente una de las claves en el caso Odebrecht, según el cual la constructora habría dado sobornos a funcionarios mexicanos –entre ellos Lozoya, de acuerdo con declaraciones de empleados de la empresa brasileña– para obtener contratos a su favor.

Mexicanos Contra la Corrupción e Impunidad (MCCI) encontró dos transferencias a México desde una cuenta de Suiza, de las que Lozoya y su hermana Gilda fueron los beneficiarios. Una fue de 2.58 millones de francos suizos (38 millones de pesos), que equivale al precio de la transacción de la casa. Por esto, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) ordenó congelar las cuentas bancarias de Lozoya y su hermana.

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Picasso, Dalí y relojes en su colección

Entre sus bienes reportó además cinco relojes que compró de contado por un valor total de 200,000 dólares, es decir 40,000 por cada uno. Además, tiene entre sus propiedad un cuadro del pintor español Pablo Picasso, de 500,000 dólares, el cual registró como herencia.

Lozoya también puso en su declaración inicial obras por 300,000 dólares, además de un cuadro de Salvador Dalí de 50,000 dólares y cuatro cuadros de Luis Zarate por 400,000 dólares.

El exfuncionario reportó cuatro cuentas bancarias en dólares americanos, dos en francos suizos y una en euros; además tres de títulos de organizaciones privadas y un fondo de inversión por 199,284 dólares.

Los cambios en sus declaraciones

Para su declaración del 27 de mayo de 2014, hizo un cambio en sus ingresos anuales a 4 millones 321,838 pesos por su función en la administración pública y ajustó el número de superficie de construcción a 200 metros cuadrados enuna de sus propiedades, además de que incluyó la compra de un vehículo Acura, el cual habría adquirido a crédito. También incorporó una cuenta bancaria.

Para el año siguiente, en la declaración del 28 de mayo de 2015, volvió a cambiar la superficie de construcción del terreno, ahora en 1,200 metros cuadrados, modificó sus ingresos anuales derivados del cargo público a 3 millones 523,343 pesos. También reportó tres cuentas bancarias e incorporó una más.

De acuerdo con un reportaje de Proceso de 2017, cuando Lozoya Austin estuvo al frente de la petrolera realizó operaciones millonarias en una sociedad radicada en Luxemburgo, la cual cambió de razón social tres veces, las cuales realizó por medio de apoderados legales y que omitió reportar en sus declaraciones patrimoniales.

En su última declaración, antes de dejar el cargo, Lozoya decidió “no hacer públicos sus datos patrimoniales”.

¿Declaraciones, clave contra la corrupción?

El académico del Colegio de México (Colmex), Fernando Nieto, considera que por sí mismas las declaraciones patrimoniales no son suficientes, sino que tienen que ir acompañadas por otros instrumentos que ayuden a realmente hacer una verificación y análisis de ellas.

“Las declaraciones patrimoniales son útiles en la medida en que se combinan con otro tipo de instrumentos, su efectividad depende mucho si hay mecanismos de control, capacidades de control, y si existen elementos para verificar que lo que se está declarando tiene vericidad”, señala.

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Antes de la reforma anticorrupción 2015, los funcionarios no estaban obligados a presentar una declaración de conflicto de interés y podían no hacer pública cierta información, ahora deben hacerlo, lo que considera el investigador puede poner en un reto a la SFP porque requerirá mayores recursos para poder analizar y verificar la información.

“El caso Lozoya es una muestra de botón de lo complicado que puede ser utilizar este tipo de información porque fácilmente se omiten datos que no se pueden verificar o que se verifican expost, una vez que ya salió el escándalo”, comenta.

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