Recordar casos que tienen que ver con la niñez, recomendaciones relacionadas con personas desaparecidas, son temas que no están totalmente resueltos; lamentablemente, el tema de las desapariciones y la tortura siguen vigentes en México desde hace décadas.
Ahí ha estado la institución precisamente para evitar excesos, está también el caso de Ayotzinapa, que (la recomendación) fue aceptada por las autoridades; son ejemplos donde podemos remitirnos a lo valioso de la actuación de la comisión. También protege a un número importante de personas cuando interpone acciones de inconstitucionalidad. Ahí están los resultados: en una mayoría de casos, la Corte ha dado la razón a la comisión.
Las instituciones son perfectibles; en el caso de la CNDH, ¿qué desafíos enfrenta?
La comisión es evolutiva y es perfectible y siempre habrá tareas qué perfeccionar. Esta ha sido la historia en estos 30 años y debería seguir siendo la historia, y yo soy optimista de que se vaya cada día mejorando la actuación de la comisión, como ha sido desde el día que nació. Estoy convencido de que una institución como esta ayuda al país, ayuda a las y los mexicanos.
Es una institución útil para la defensa de lo más valioso que tenemos los mexicanos: la dignidad, más allá de cualquier circunstancia social, económica y cultural. La dignidad es lo que nos identifica como seres humanos y una institución que defiende la dignidad es una institución que le sirve al Estado. Le puede ser útil al Estado que una institución goce de autoridad moral, que son parte de las características que tienen los ombudsperson.
Nos ponemos en la coadyuvancia, la colaboración y la interlocución con las instituciones que defienden derechos humanos, en la coordinación, pero desde luego, siempre y en favor de las víctimas: ese es el trabajo de los ombudsperson en el mundo.