La llegada de Joe Biden a la Casa Blanca marcará un nuevo inicio en la agenda bilateral de México y Estados Unidos, que estará centrada en tres prioridades: la migración, el congelamiento de armas y el trasiego de drogas, particularmente de fentanilo.
Estos asuntos deberán abordarse en medio de un ambiente de desconfianza entre instituciones, luego de la detención del exsecretario de la Defensa, Salvador Cienfuegos, por delitos relacionados con narcotráfico, en donde las agencias estadounidenses, no informaron de la investigación al gobierno del presidente López Obrador.
Especialistas advierten que la desconfianza del gobierno de Estados Unidos hacia las instituciones mexicanas, que se evidenció con esa operación de alto nivel, podría impactar en la cooperación bilateral, lo que llevaría a trabajar a ambas naciones más como vecinos que como aliados.