Este lunes en su conferencia de prensa, defendió su postura y se la atribuyó a la fracción X del artículo 89 de la Constitución que se refiere a las obligaciones y facultades del titular del Poder Ejecutivo federal, particularmente sobre “la autodeterminación de los pueblos y la no intervención”.
“No estamos a favor de ningún partido en Estados Unidos, llevamos muy buena relación con el gobierno del presidente Donald Trump, porque ha habido una relación de respeto, de no intervención y no tenemos ninguna diferencia con el candidato del partido demócrata, el señor Biden. Ningún problema con él, incluso lo conocí hace ocho, 10 años”, sostuvo.
La postura de López Obrador generó diversas críticas dentro y fuera del país. El exembajador de México en Estados Unidos, Arturo Sarukhán, calificó de "insólita" la decisión del mandatario mexicano.
El líder del Caucus Hispano en el Congreso de Estados Unidos, Joaquín Castro, aseguró que la postura de López Obrador representa “un asombroso fracaso diplomático” en un momento en el que la entrante administración Biden busca una nueva era de amistad y cooperación.
En México, el presidente del PAN, Marko Cortés, afirmó que no haber felicitado a Biden, refleja la nula visión de Estado.