De ese total, la mayor prevalencia vuelve a ser en mujeres, pues 37.1% reportó en 2018 tener síntomas de depresión, aunque es menor al porcentaje que se tuvo en 2012 (41.2%). En el caso de los hombres también se tiene una ligera disminución, al pasar de 22.5% en 2012 a 21.9% en 2018.
En la ENASEM se preguntó por nueve síntomas depresivos: "se sintió deprimido"; "sintió que todo lo que hacía era un esfuerzo"; "sintió que su sueño era intranquilo"; "se sintió infeliz"; "se sintió solo"; "sintió que no disfrutaba de la vida"; "se sintió triste"; "se sintió cansado"; y "sintió que no tenía mucha energía".
En general, dentro del estado de salud, predomina la percepción de un estado deficiente, pues 62.4% de las personas adultas mayores reportó tener una salud de regular a mala: 65.9% de las mujeres y 57.7% de los hombres.
Vida laboral y derechohabiencia
El director del Instituto de Geriatría expuso que la vida laboral concluye a los 60 años, pero ¿qué pasará con los 30 años restantes? Esto en el sentido de que hay más índices de longevidad que de muerte prematura.
"Hoy en día, los mexicanos enfrentamos más el riesgo de la longevidad, que de la muerte prematura, y esto nos obliga a planear una vejez saludable", indicó.
Por ello, en la encuesta se incluyeron datos sobre el acceso a los servicios de salud, participación laboral e ingresos económicos.
Respecto a la condición de actividad económica, en 2018, el 45.9% de esta población indicó que realizaba trabajos, ya fuera con pago o sin pago, mostrando grandes diferencias por sexo y edad.