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FGR: Lozoya tejió sobornos por 13.5 mdd desde antes de ser director de Pemex

Según la FGR, los sobornos a Lozoya por los casos Agronitrogenados y Odebrecht tienen algo en común: se fraguaron desde antes del inicio del sexenio de Peña y se valieron de la misma empresa offshore.
jue 30 julio 2020 05:30 AM
Emilio Lozoya en Pemex
Lozoya es acusado de haber recibido sobornos para impulsar que Pemex comprara una planta de fertilizantes "chatarra" y para que la petrolera diera contratos de obra pública.

Durante sus dos audiencias virtuales, Emilio Lozoya tomó la palabra solo en escasas ocasiones, de acuerdo con los mensajes de WhatsApp con los que el Consejo de la Judicatura Federal (CJF) narró los encuentros, que tuvieron que realizarse bajo esa modalidad debido a la emergencia sanitaria por la pandemia de COVID-19.

En ellas, el exdirector de Pemex —acusado de asociación delictuosa, operaciones con recursos de procedencia ilícita y cohecho por los casos Agronitrogenados y Odebrecht— se declaró inocente de los delitos que se le imputan, dijo que está edificando la figura de criterio de oportunidad con la Fiscalía General de la República (FGR) y aseguró que está dispuesto a señalar a los verdaderos responsables de los hechos que se le atribuyen, puntualizando de manera clara y contundente sus nombres, los cargos que ocupaban y los métodos que usaron.

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La FGR, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y el propio Pemex sostienen que Lozoya recibió sobornos por 13.5 millones de dólares (mdd) de Altos Hornos de México (AHMSA) y de Odebrecht; también, que una parte de ese dinero incluso la obtuvo antes de ser director de la petrolera y que con esos recursos adquirió dos propiedades, que tienen en común a la empresa Tochos Holding Limited, a cuya cuenta llegaron y salieron los depósitos.

La fiscalía, a cargo de Alejandro Gertz, señala que en la trama de Odebrecht Lozoya recibió 10.5 millones de dólares: una fracción cuando aún era parte de la campaña del expresidente Enrique Peña Nieto, y otra, ya como funcionario. Según la acusación, esos montos provinieron del llamado "Departamento de sobornos" de Odebrecht, la constructora brasileña que desató el escándalo de corrupción más grande de América Latina.

De acuerdo con la FGR, esos recursos sirvieron a Lozoya para comprar una casa en Ixtapa Zihuatanejo, Guerrero, a través de operaciones en las que están involucradas su hermana, su madre y su esposa.

En la segunda audiencia —realizada este miércoles—, Lozoya pidió que se omitiera mencionar sus datos personales, por lo que se le denominó "ERLA".

Durante el encuentro, la fiscalía señaló que el entonces coordinador de Vinculación Internacional de la campaña de Peña Nieto refirió a Luis Alberto Meneses, exdirectivo de Odebrecht, un primer pago por 4 mdd, y le dijo que en caso de que los priistas ganaran las elecciones de 2012 él tendría un cargo que le permitiría proporcionar contratos de obra pública, lo que finalmente ocurrió en Hidalgo, Veracruz y Tamaulipas.

No obstante, en los mensajes intercambiados entre las partes solo se hace referencia a una obra en específico: la refinería de Tula, en Hidalgo, obra en la que se eliminó la licitación pública y en 2014 se dio a Odebrecht un contrato por adjudicación directa. En ese entonces —de acuerdo con la acusación—, fue cuando se hizo a Lozoya un segundo pago por 6 mdd.

Según la FGR, los 10.5 mdd que en total se otorgaron a Lozoya se tradujeron en beneficios por 39 mdd para Odebrecht , tres veces el monto supuestamente 'invertido' en sobornos.

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En lo que respecta a los sobornos que se atribuyen a Lozoya por promover que Pemex comprara a sobreprecio la planta Agronitrogenados, la FGR sostiene que con ellos adquirió una casa en la capital mexicana, ubicada en Ladera 20, interior 11, en Lomas Bezares, alcaldía Miguel Hidalgo. Según la fiscalía, el bien fue comprado con los 3 mdd que AHMSA le dio para que Pemex adquiriera la planta de fertilizantes "chatarra", que ha dejado daños a la petrolera por 8,000 millones de pesos (mdp).

En la primera audiencia, que duró alrededor de 12 horas, la fiscalía señaló que detectó que se hicieron transferencias desde un banco en Coahuila a la cuenta de Tochos Holding Limited, establecida en un banco de Ginebra, Suiza, por 500,000 dólares. Luego se hicieron otras más por un total de 3 mdd. Según la FGR, dichas operaciones se realizaron en noviembre de 2012, cuando Lozoya todavía no era titular de Pemex.

Fue Tochos Holding Limited, la empresa supuestamente usada para la triangulación de recursos ilícitos, un elemento que saltó en ambas audiencias.

Lozoya fue beneficiario de la entidad mercantil hasta febrero de 2012, y luego esta pasó a su hermana Gilda, quien aún era estudiante cuando se hicieron las transacciones millonarias. Desde esa offshore llegaron y salieron los fondos para operaciones irregulares.

Durante su presentación, la fiscalía detalló que, de los sobornos de Odebrecht, Lozoya transfirió desde la cuenta a nombre de Tochos Holding Limited 185,000 dólares en favor de su madre, y de esa misma cuenta transfirió 1.2 mdd para pagar la residencia que compró su esposa, Marielle Eckes, en Ixtapa Zihuatanejo, la cual tuvo un precio de 1.9 mdd.

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Los argumentos y las pruebas de la FGR, que fueron presentadas en más de 24 horas de audiencias, se resumieron en cerca de 8,000 palabras. Todas conducían a que Lozoya había negociado beneficiar a empresas a cambio de recursos, pero él aseguró que solo fue instrumento de un aparato de poder conformado por altas autoridades del Estado mexicano, a quienes ahora está dispuesto a señalar.

Del hospital a su casa

Lozoya sin duda ha recibido concesiones. Pese a ser vinculado a proceso, no pisará la cárcel, por lo que tras ser dado de alta del hospital privado donde actualmente está podrá ir a su casa. Pero no lo hará en prisión domiciliaria, el exdirector de Pemex podrá ir donde quiera, siempre y cuando se mueva dentro del Valle de México, pues ya porta un brazalete para ser localizado. Lozoya tuvo que entregar su pasaporte y su visa estadounidense para evitar que se evada de la justicia. Eso sí, deberá asistir al juzgado cada 15 días a firmar, mientras no termine el proceso judicial.

La situación jurídica de "ERLA" apenas empezó a esclarecerse a través de los mensajes de WhatsApp del Consejo de la Judicatura. Además, a diferencia de otras audiencias, en las que el juez está frente al imputado, en esta ocasión este compareció por videollamada desde un hospital, debido al Síndrome de Barrett y a la anemia de tercer grado que le fueron diagnosticados, y debido también a la contingencia causada por el COVID-19.

El caso Lozoya tuvo un arranque inusual. Y ahora, su desarrollo y su desenlace permanecen en el aire.

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