La reforma también prohíbe la instalación de máquinas expendedoras en escuelas de nivel básico, así como en hospitales públicos y privados, clínicas y centros de salud.
Como parte de esta prohibición, los legisladores prevén llevar a cabo una estrategia para que anuncios, carteles o cualquier tipo de publicidad para estos productos deba ubicarse fuera de un radio de 300 metros de las escuelas o las instituciones de salud, al igual que pagar una tarifa 25% mayor.
Los congresos de Chihuahua y Colima también han recibido propuestas similares. El 10 de agosto, René Frías Bencomo, presidente del Congreso de Chihuahua, presentó una iniciativa en la que planteó no solo prohibir la llamada "comida chatarra" a menores, sino también imponer sanciones administrativas a los comerciantes que no respeten esta eventual disposición.
En Colima, Morena llevó esta iniciativa al Congreso local. La diputada Blanca Livier Rodríguez también busca que se prohíba la publicidad de este tipo de alimentos en escuelas de nivel básico y medio superior.
En tanto, en la Ciudad de México, diputados de Morena y del PAN ven viable una reforma que limite el acceso de estos alimentos a los menores, mientras que el PRD ve un intento de desviar la atención pública con este tema.