Ambos partidos ya han ocupado la presidencia de la República, pero desde entonces van a menos, luego de que Morena arrasara en 2018 con el hoy presidente Andrés Manuel López Obrador.
De entonces a la fecha, el morenismo y sus aliados han ganado 18 entidades perdidas, sobre todo por el PRI, y a la oposición en conjunto le quedan 14, de las cuales hoy buscan retener seis: Aguascalientes, Durango, Tamaulipas, Hidalgo, Oaxaca y Quintana Roo.
Juntas, esas seis entidades reúnen 11 millones 701,191 votantes potenciales y para ello se instalarán 21,040 casillas en la culminación de procesos cuyas campañas estuvieron dominadas por acusaciones mutuas –entre candidatos y partidos– de coacción del voto, vínculos con grupos criminales y delitos de enriquecimiento o desvíos.
En el ínter, funcionarios y gobernantes morenistas (la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum; el secretario de Gobernación, Adán Augusto, y el canciller Marcelo Ebrard) se desplazaron en apoyo a candidatos, aunque en horarios inhábiles y con la mirada en 2024, ya fuera con el pretexto del proceso de revocación de mandato –el 10 de abril–, la reforma eléctrica –el 17 de abril– o las elecciones de este 5 de junio.
La oposición, en tanto, estuvo en riesgo de fractura, pues muy al inicio se acusó a los gobernadores priistas de Oaxaca, Alejandro Murat, e Hidalgo, Omar Fayad, de entregarle ”la plaza” a Morena.
La coalición que integran el PAN, el PRI y el PRD va en cuatro entidades. Juntos Hacemos Historia, la alianza de Morena, Partido del Trabajo (PT) y Verde (PVEM) se formó para contender en cinco estados.