Se estableció que debido a que la Ley de Amparo tiene carácter procesal, no aplicará para los procesos ya concluidos, pero si para los que están en curso, en lo que toca a reglas y plazos, según jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Se aprobó la propuesta del morenista Hugo Eric Flores que señala que en los procesos abiertos, las actuaciones posteriores a la entrada en vigor de las reformas se regirán por lo reformado, “sin que implique aplicación retroactiva ni afectación a derechos adquiridos, pues se trata de actuaciones futuras”.
El objetivo es recaudatorio
En su argumentación final, el líder de los diputados de Morena, Ricardo Monreal, admitió que el objetivo de la ley, y de su retroactividad, tiene que ver con hacer efectivos ya, créditos fiscales por 100,000 millones de pesos.
“El 95% de los deudores o los que deben de pagar, no lo hacen, 95%. Hacia ellos va orientada nuestra reforma, hacia ellos porque queremos que paguen lo justo para el erario, para la satisfacción de necesidades colectivas que la patria requiere”, dijo en su argumentación final.
También se dirigen los cambios a “los lavadores de dinero, para los delincuentes de cuello blanco, para la delincuencia organizada”.
Hay, sostuvo Monreal, “miles y miles de recursos de impugnación, de solicitudes de nulidad, interpuestos por despachos, grandes despachos que defienden a empresarios o a gente poderosa”.
Son 2,073 créditos fiscales ”que empresarios poderosos se resisten a pagar” y 2, 066 juicios de nulidad pendientes de resolución firme, con un monto superior a los 100,000 millones de pesos, admitió.
A media noche, Monreal había asegurado que no habría retroactividad, pese a la reserva, presentada casi a las dos de la mañana. Dos horas después reconoció que ahora todos esos juicios podrán terminar y ser cobrables los créditos fiscales.
El morenista Ricardo Mejía Berdeja aclaró que la retroactividad para todo, como propuso el Senado, era inconstitucional.
Ahora, con el transitorio las etapas afectarán solo actos futuros y se conservarán íntegros los actos aplicados, “esta reserva no abre ni invalida actuaciones válidas. No borra pruebas desahogadas…no cancela suspensiones ya concedidas” por lo que se apega a la Constitución y “armoniza miles de asuntos en trámite”.
Pero la oposición, con voz de Emilio Licona, del Revolucionario Institucional (PRI), Juan Ignacio Zavala, de Movimiento Ciudadano, argumentaron que no se trata de una ley procesal que solo se trate de reglas sino una ley que garantiza derechos, por lo que no es aplicable ninguna retroactividad.
El priista Alejandro Domínguez explicó que si bien no se podrá cambiar la litis a juicio ni los actores, con este transitorio, van a cambiar la regla del juego cuando ya tienen determinado hacia dónde van en un procedimiento.
El coordinador del PRI, Rubén Moreira, aseguró que son “tres trampas”. “El que tiene una suspensión ya ganada, en la revisión la va a perder; el que tiene algo ganado en el futuro, lo va a perder; están haciendo retroactiva la ley”, advirtió.