El 6 de septiembre pasado, Adame Alemán –de 38 años– ejerció el cargo de senador tras una breve licencia del legislador propietario, Miguel Ángel Mancera, y emitió un discurso en tribuna, en el que expuso su esperanza de sobrevivir a la enfermedad que lo aquejaba.
“¿Cuánto tiempo me queda?, no lo sé y nadie lo sabe, pero nunca me sentí tan vivo como cuando estuve cerca de la muerte; sentirla me hizo más consciente de cómo quiero vivir el resto de mis días”, dijo en esa ocasión, en que presentó una iniciativa de reformas legales para la entrega de apoyos a personas de escasos recursos que apoyan a un familiar con cáncer.
Además propuso un punto de acuerdo para que en 2024 hubiera presupuesto suficiente para atender a enfermos de cáncer, documento que fue aprobado.
Apenas la semana pasada, en la sesión del 29 de noviembre, la senadora Josefina Vázquez Mota leyó en la tribuna un escrito de Adame Alemán en el que expresó tener incertidumbre sobre su vida pero se despidió en paz.
“Que el agua pase por tu garganta y dejar de tener sed. Una sensación única. Un placer tan grande. Llevo más de un mes sin poder gozar de ese vaso de agua fría, mi cuerpo se ha ido deteriorando y por la enfermedad he perdido gustos tan simples y tan básicos como el tomar un buen vaso de agua fría”, relató en voz de Vázquez Mota.