La propuesta del ministro se presentó este miércoles 6 de junio en el Senado, en un escenario en el que se encuentra en la congeladora una minuta que reforma el artículo 325 del Código Penal Federal, aprobada en marzo de 2021 por la Cámara de Diputados, para establecer un tipo penal modelo para todo el país.
Debido a ese atraso en legislar, persisten en el país 33 tipos penales de feminicidio distintos: uno federal y 32 locales. El marco lo completa una ley general que busca combatir la violencia contra las mujeres, no solo el feminicidio.
A la diversidad de códigos que eleva la probabilidad de la impunidad, para el combate a la violencia de género cada vez hay menos presupuesto.
Según la Secretaría de Hacienda (SHCP), al primer trimestre del año no se había ejercido un peso en el Programa de Apoyo a las Instancias de Mujeres en las Entidades Federativas (PAIMEF), que se presumen como sitios en los que las mujeres tienen acceso a servicios gratuitos de atención integral, ofrecidos por personal capacitado y “donde reciben un trato digno y en resguardo de su privacidad”.
Tampoco se habían erogado recursos para el Programa de Apoyo para Refugios Especializados para Mujeres Víctimas de Violencia de Género, sus Hijas e Hijos, lo que tiene en riesgo de extinción a 75 centros de la Red Nacional de Refugios, al que –denunciaron a fines de mayo- no se les habían entregado 420 millones de pesos ya presupuestados.
Más aun, a la Fiscalía Especializada en Delitos de Violencia Contra las Mujeres y Trata de Personas responsable de investigar los feminicidios y otras violencias se le recortaron recursos para este año.
Tampoco se han generado los lineamientos para que la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim) acceda a recursos. Casi a mitad del año, en mayo, se emitieron los lineamientos para los refugios, y a eso se suma que hay 25 alertas de violencia de género en contra de mujeres en 643 municipios de las 22 entidades del país, pero estas no se acompañan con recursos o cambio de políticas.
Por eso, entre otros elementos, es que Tagle valora que más que una nueva ley se requiere fortalecer la existente, una política presupuestal que de prioridad a la atención a las mujeres, y voluntad para cumplirla, desde los poderes Ejecutivo y Judicial, sin desconocer que el Legislativo tiene pendientes.
“La principal aportación del poder Judicial debería ser ¿Qué están dispuestos a hacer en el poder Judicial para que ministerios públicos, fiscalías y jueces actúen, modifiquen conductas, formas de juzgar, y acaben con la impunidad?”, considera.
Sobre esto, el ministro ha ofrecido que en breve presentará ante las fiscalías una guía para investigar feminicidios con perspectiva de género.