Migrantes varados... y albergues sin ayuda
Gabriela Hernández recuerda que, ante las medidas y restricciones anunciadas por Trump, los migrantes en tránsito no han tenido otra opción que quedarse en México, lo que ha provocado que su estancia en campamentos o albergues, como Casa Tochan, se extienda indefinidamente.
“Las personas que están aquí como migrantes no salen porque quieran, no salen sólo a buscar el sueño americano porque ni lo es; salen por medidas de seguridad, salen por las situaciones de sus países y obviamente piensan en Estados Unidos”, explica Hernández en entrevista.
Casa Tochán cuenta con 50 camas, no obstante, desde 2021 se mantiene por encima de su capacidad, tan sólo en diciembre daba cabida a alrededor de 100 personas y actualmente en el espacio habitan alrededor de 68 migrantes.
Hacen falta albergues, hace falta que nos presten ayuda porque la sociedad civil se ha organizado y ha ayudado al Estado a realizar el trabajo que el Estado estaba obligado a realizar".
Gabriela Hernández, directora de Casa Tochán.
“Las respuestas entonces de las autoridades eran: ‘¿para qué, si van de paso?’. Van de paso, pero están cinco, seis meses, hasta un año, no es tan de paso. El hecho de que hoy las autoridades, la jefa de Gobierno, nos haya reconocido la experiencia que tenemos al tratar el tema y nos haya dicho concretamente ‘ayúdenme’, ya es una gran apertura”.
La directora de Casa Tochan afirma que se han acercado a través de la Secretaría de Gobierno capitalina para ofrecerles un espacio en comodato para que tengan una mayor capacidad de atención a migrantes, sin embargo, rechazó esa opción por carecer de recursos humanos y económicos.
En el albergue ciudadano, que se mantiene gracias a donaciones de ciudadanos e instituciones educativas, sólo cinco personas reciben un sueldo, el resto de quienes ahí trabajan lo hacen de forma voluntaria o son estudiantes que realizan trabajo social.
“No tenemos capacidad económica para tener un nuevo equipo, recursos económicos creo que ni el gobierno con tantos recortes que le hacen, tiene. Nosotros tenemos toda la disposición para apoyar al gobierno de la ciudad en la medida que ellos puedan”, indica la activista.
Ante la posibilidad de que algunos migrantes decidan quedarse en México al ver truncado su deseo de llegar a Estados Unidos, Hernández también considera necesario un diálogo con el gobierno federal para ampliar el periodo de 30 días que tienen las personas en tránsito para solicitar refugio.
“La gente que está en la Ciudad de México, toda, tiene más del tiempo estipulado. Si nos vamos a guiar por lo que dice la ley, a todos los van a rechazar. Vamos a seguir siendo la policía migratoria de Estados Unidos y eso es lamentable porque eso pasó en el sexenio pasado”, sentencia la activista.
El plan de la CDMX
La jefa de Gobierno, Clara Brugada, anunció que serán reubicados a espacios más adecuados los migrantes -más de 3,000- que viven en campamentos improvisados en las calles de la capital.
“A más tardar en tres meses las personas en situación de movilidad o que están ocupando la vía pública –que son más de 3,000 personas– podrán contar con espacios dignos establecidos por el Gobierno de la ciudad, con espacios que puedan ofrecer los grupos de la sociedad civil y con los lugares que podamos generar”, dijo la mandataria el 18 de diciembre de 2024.
Según los datos recabados por el gobierno capitalino, entre 3,000 y 4,000 migrantes permanecen en campamentos de Gustavo A. Madero y Venustiano Carranza, aunque esas cifras varían diariamente debido al constante flujo migratorio.
Los migrantes que viven en calles de la ciudad se ubican principalmente en tres campamentos: Plaza la Soledad, en Venustiano Carranza, así como las vías de la colonia Vallejo y el camellón de Eje Central Lázaro Cárdenas, frente a la Central de Autobuses del Norte, ambos en la alcaldía Gustavo A. Madero.
El plan de la CDMX es garantizar condiciones dignas para las personas migrantes, como acceso a seguridad, agua y alimentos, evitando que vivan en las calles. Para ello, el gobierno busca trasladar a esta población a 13 albergues que serán administrados por organizaciones de la sociedad civil y el propio gobierno, a fin de que reciban una mejor atención.
No obstante, el Gobierno capitalino ha tenido dificultades en el pasado para responder a la necesidad de alojamiento para las personas migrantes que transitan por la ciudad. En mayo de 2023 fue cerrado el albergue migrante instalado en el Bosque de Tláhuac por sobrecupo, pues si bien contaba con espacio para atender a 180 personas, llegó a alojar a 4,000.