La CDMX rechaza violencia
A través de un comunicado, la jefa de gobierno, Clara Brugada se posicionó en contra de la problemática de la gentrificación, y admitió que este fenómeno es el causante de la exclusión de capitalinos de barrios, colonias y comunidades.
La lucha contra la gentrificación no puede convertirse en una excusa para promover discursos de odio o prácticas discriminatorias".
Gobierno CDMX.
No obstante, externó su rechazo a la violencia registrada durante la manifestación de este viernes y aseguró que los programas de vivienda de su administración, buscan generar vivienda asequible y accesible a la población local.
"Rechazamos categóricamente cualquier expresión xenófoba en contra de personas migrantes, sin importar su origen, situación migratoria o motivo de llegada a la ciudad.” se lee en el comunicado
En tanto, la alcaldesa de Cuauhtémoc, Alessandra Rojo de la Vega aseguró que los actos vandálicos registrados en la manifestación contra la gentrificación, no representan a la ciudad y a la demarcación.
¿El problema son los extranjeros?
La manifestación contra la gentrificación abre un debate sobre la problemática y los efectos que tiene este fenómeno en la vida cotidiana de los capitalinos a través del encarecimiento de productos, servicios, rentas para vivienda y para compra. También por la apropiación de espacios públicos.
En redes sociales, diversos activistas y figuras políticas se pronunciaron sobre la protesta. Una de ellas fue la abogada y defensora de derechos humanos, Carla Escoffié, quien consideró que la marcha logró visibilizar un problema urgente en la Ciudad de México. No obstante, aclaró que el aumento en los precios no es responsabilidad exclusiva de los extranjeros, sino de los propios mexicanos que se benefician del modelo económico que promueve la especulación inmobiliaria.
El usuario de X, Eleno AM consideró que la marcha de este viernes se enfocara en un discurso anti estadounidense, en lugar de visibilizar las verdaderas causas del encarecimiento de las viviendas. Aseguró que la falta de oferta de viviendas a precios razonables causa que muchas personas opten por irse a las periferias.