“Están en una condición de alto riesgo para muchísimos temas: abandono escolar, trabajo infantil, explotación laboral, también particularmente las adolescentes mujeres en peligro de violencia sexual, embarazos tempranos. De ahí la importancia de priorizar a niños, niñas y adolescentes en sus derechos”, explica.
Tom Homan, llamado el 'Zar Fronterizo' del presidente Donald Trump, ha sostenido que serán deportadas familias completas, práctica que fue suspendida durante la administración de Joe Biden; incluso en el caso de menores nacidos en Estados Unidos pero sean hijos de migrantes indocumentados, serán los padres y madres quienes deberán decidir si son deportados con sus hijos o los dejan con un familiar en territorio estadounidense.
Tras tomar protesta como presidente, Trump revocó la restricción que impedía de realizar redadas en escuelas, hospitales e iglesias a autoridades migratorias.
"Esta acción faculta a los valientes hombres y mujeres de CBP (Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza) y ICE (Servicio de Control de Inmigración y Aduanas) para para hacer cumplir nuestras leyes de inmigración y atrapar a los extranjeros criminales, asesinos y violadores, que han entrado ilegalmente en nuestro país", anunció el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) en un comunicado.
José María Ramos, investigador del Colegio de la Frontera Norte (Colef), destaca la necesidad de tener protocolos específicos para atender a niños, niñas y adolescentes deportados.
El académico del Colef apunta que es necesario contar con coordinación entre instituciones de gobierno y organizaciones de la sociedad civil, así como programas de apoyo psicosocial, planes de reintegración familiar, apoyo educativo y atención médica.
"En algunos casos no necesariamente existen protocolos, entonces el desafío en el contexto que viene, donde se podrían incrementar (las expulsiones), es que se pueda garantizar el bienestar de esos menores", señala el especialista.
Ramos advierte que algunos menores salen del país debido a problemas de violencia, desintegración de sus familias o por su situación económica, por lo que enfrentan diferentes grados de vulnerabilidad, por lo que es importante llevar un seguimiento.
"Es esencial establecer un sistema de seguimiento para verificar el bienestar del menor después del retorno, lo que en la práctica, es muy complicado; primero por la inexistencia de esta política y segundo porque no necesariamente existe este elemento de coordinación (entre autoridades)", sostiene el investigador del Colef.
El retorno de otras nacionalidades a México
A la expulsión de menores mexicanos de Estados Unidos, se le suma la deportación de menores de otras nacionalidades a México, misma que ha aumentado en un 270.6% en seis años, al pasar de 29,258 en 2018 a 108,444 en 2024.
Pese a que la presidenta Claudia Sheinbaum ha reiterado que México no será "tercer país seguro" —y sólo se ayudará a migrantes extranjeros por razones humanitarias, para luego repatriar a su país de origen—, de enero a agosto de 2024 se registró la presencia en México de 108,444 menores migrantes en situación irregular, siendo Venezuela, Ecuador, Honduras y Colombia sus principales países de origen.